El peso de la bioenergía en la estrategia presentada por los principales responsables autonómicos es evidente, y se comprueba al repasar una a una las 25 medidas. Entre ellas destacan la aprobación de un marco regulador para los cultivos energéticos, la revisión de los programas de ayudas a la adquisición de calderas de biomasa e instalación de redes centralizadas de climatización, el desarrollo de un proyecto pionero de co-generación y la puesta en marcha de una.campaña de concienciación sobre las ventajas del uso de biomasa en aplicaciones térmicas.
No hay dotación presupuestaria al tratarse de una estrategia y, aunque el periodo de puesta en práctica de las medidas se extiende desde 2011 hasta 2020, solo se marca un objetivo concreto para 2012: cubrir el 6% de las necesidades energéticas asturianas con biomasa. Desde la Consejería de Medio Rural y Pesca, impulsora de la estrategia, apuntan a otra fecha como determinante: 2015. Lo llaman “horizonte intermedio de evaluación de los progresos conseguidos y revisión de las propuestas”, y fuentes del departamento afirman que sería la fecha clave para establecer un plan con presupuesto y objetivos más ambiciosos.
Mejorar masas forestales, reducir incendios y diversificar fuentes energéticas
Durante la presentación, el consejero de Medio Rural y Pesca, Aurelio Martín, explicó que “la estrategia está orientada a fomentar el aprovechamiento de la biomasa forestal primaria en los montes de Asturias con fines energéticos, de forma que esta energía sea capaz de generar efectos positivos sobre el desarrollo rural y el medio ambiente”. Joaquín Arce, director general de Política Forestal, añadió que gracias a esta fuente de energía “se puede crear empleo y riqueza en zonas donde en estos momentos puede haber menos actividad económica”.
Durante las intervenciones de ambos, recogidas por la Agencia Efe, se definieron también cuáles son los tres principales objetivos: incentivar la mejora de las condiciones de las masas forestales, ayudar a la reducción del riesgo de incendios en los montes del Principado y contribuir a una estructura energética más diversificada y con mayor peso de la energía renovable. Las propuestas se organizan en cuatro líneas estratégicas: adecuación normativa y mejoras administrativas, planificación, ordenación y gestión forestal, apoyo directo a la producción y el consumo y formación, divulgación e investigación. A su vez, estas abarcan 12 programas de actuación, concebidos para articular acciones dirigidas a la consecución de un objetivo específico dentro de cada línea, y de estos derivan 25 medidas con acciones e instrumentos concretos.
Ejemplos en marcha con pellets, astillas y proyectos pilotos
Además de exponer en qué consiste la estrategia, los representantes del Principado pusieron varios ejemplos de inversión en proyectos de biomasa. Dos son industriales, como las fábricas de producción de pellets en Tineo (inversión de 2.033.686 euros, 30% del total), y la de astillas en Nava (ayuda de 207.852 euros, también en torno al 30% del total de la inversión), y cuatro son proyectos pilotos para el desarrollo de la biomasa térmica en los montes de Asturias
Los proyectos pilotos buscan aprovechar el potencial energético de los montes públicos, y para este año hay tres en marcha en los concejos de Pesoz, Nava e Ibias, con un presupuesto total de 210.000 euros. El de Pesoz se centra en el parque de astillas, que consiste en la construcción de un silo para biomasa de 120 m2 de superficie y una capacidad de 600 m3 de almacenamiento. Similar es del Nava, donde se va a acondicionar un parque de almacenaje y distribución de biomasa para dar servicio a los montes de la comarca de la Sidra y favorecer el abastecimiento energético a los concejos limítrofes. El proyecto de Ibias consiste en instalar pequeñas redes de calor en los pueblos del concejo para desarrollar un mercado local de astilla que aproveche el potencial energético de sus montes.
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