Cuando el complejo energético esté a pleno rendimiento producirá 3 millones de MWh anuales, el 1% del consumo eléctrico de la ciudad de Barcelona. Los datos los aportó durante la inauguración la concejala de Medio Ambiente, Imma Mayol. Sin embargo, no toda la energía provendrá de fuentes renovables, ya que hasta que entre en funcionamiento la totalidad del complejo en 2019 se prevé también la construcción de una planta de regasificación de Enagás.
Pero de momento, lo que produce electricidad es la central de biomasa alimentada con restos de podas de parques y jardines y otros desechos de origen forestal, esto último gracias a un acuerdo con el Consorci Forestal de Catalunya. Con las instalaciones actuales, se prevé aprovechar entre 10.000 y 14.000 toneladas anuales de restos de restos de jardinería y forestales. Las previsiones son llegar a 28.000 toneladas, incluidos también cultivos energéticos, pero una vez que se instale también una caldera para la producción de calor y agua caliente.
La instalación de la caldera de biomasa está dentro de la segunda fase del proyecto, en la que está previsto que se ponga en marcha igualmente la conexión de la central a una red de frío y calor, en la que también intervendrá la planta de Enagás y una planta fotovoltaica. La central de generación de energías de la Zona Franca-Gran Vía L'Hospitalet es una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona que cuenta con el apoyo del Institut Català d’Energia de la Generalitat y del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía del Ministerio de Industria. La gestión correrá a cargo de la sociedad Ecoenergies Barcelona Sud, constituida por Dalkia Energia y Servicios, responsable también de la construcción y explotación.
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