Entre las ponencias que se presentaron en la jornada La aplicación de la bioeconomía circular para el desarrollo rural a través de la biomasa, celebrada el pasado 12 de junio en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), destacó la de Daniel García, coordinador de uP_running en el Circe. Como adelantó Energías Renovables, todas se enmarcaron en la aplicación de la bioeconomía en entornos rurales.
También intervino Ángel Samper, secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Huesca, ya que junto al Circe y otros nueve socios más de siete países europeos forman parte de uP-running e impulsaban la cita del MAPA. Samper afirmó que “para el medio agrario y rural, el aprovechamiento de la madera de restos de poda de origen agrícola es una oportunidad para crear empleo y fijar población”.
Pero el responsable de Asaja-Huesca esbozó también las barreras que impiden un aprovechamiento rentable y óptimo: “la maquinaria acorde con la demanda aún no se ha puesto en marcha y a veces son los técnicos de la Administración los que trasladan el escepticismo a los agricultores”. “Hay que lograr un equilibrio entre el sector productivo, las plataformas tecnológicas y la Administración y que no se tome como imposición ninguna medida asociada a cualquier estrategia de bioeconomía”, concluyó.
“UP-running no es un proyecto, es una herramienta de cambio, de transformación”
Daniel García comenzó en parte subrayando estas barreras, a las que añadió la “reticencia al cambio de gestión de podas agrícolas y renovación de plantaciones, su bajo valor económico, la falta de encuentro entre energía y agricultura, de medidas en torno a los agroresiduos y de incentivos en el mercado”.
Pero también se expusieron tanto las vías y medidas que ha desarrollado uP-running para romper esas barreras como los casos de éxito que lo demuestran. “UP-running no es un proyecto, es una herramienta de cambio, de transformación”, incidió García. Y habló de aspectos positivos que se han encontrado: “visión disruptiva del emprendedor, empeño, perseverancia, acuerdos para la transferencia del residuo y beneficios no meramente económicos: la sociedad tiene que ganar algo”.
Solo así se estará en el buen camino de aprovechar el potencial de restos de podas agrícolas que han cuantificado en España para su uso posterior como energía térmica. En concreto, en la UE se generan anualmente 120 millones de toneladas de materia seca agrícola, principalmente paja, cañote de maíz y podas. De ellas, entre 20 y 25 millones corresponden a podas más de una cuarta parte, en torno a cinco millones, está en España.
Cinco potenciales emprendedores en Aragón
Desde que surgió en 2016 (concluyó el 19 de junio), como heredero de EuroPruning, el objetivo de uP-running ha sido “aprovechar el potencial con el que cuentan los residuos leñosos agrícolas para obtener energía, así como demostrar la viabilidad de nuevas cadenas logísticas y modelos de negocio”.
“Hemos acompañado a cinco potenciales emprendedores en Aragón, y a veinte en total en los siete países que forman parte del proyecto, creando dos nuevas cadenas de valor, una en Italia para la recogida de podas, su peletización y uso en calderas locales; y otra en Ucrania, también de peletización y uso en escuelas locales”, resume Daniel García
Los cinco emprendedores de Aragón son el Ayuntamiento de Calanda, en Teruel; la cooperativa vitivinícola San Juan Bautista de Fuentedejalón, en Zaragoza; Casa Miquelas, explotación agropecuaria de Fraga, en Huesca; Gruyser y Ecoadeso, gestores de residuos también en Fraga; y Daller y Fruta Aqua, empresas de energía y frutícola respectivamente de Caspe, en Zaragoza.
Tres casos de éxitos como ejemplo
También se han realizado asesorías, diez en España y 46 en total, se ha formado a 140 consultores en ocho cursos repartidos entre los siete países y “se ha creado un interesante herramienta en ocho idiomas a partir de 460 informes disponibles en la web: 392 de productividad 392, 42 sobre rendimiento (principalmente maquinaria) y 46 sobre cadenas de valor”, añadió García. También habló de los casos de éxito localizados, tres de ellos en España: Pélet de La Mancha, Ence y el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès.
A lo largo de su intervención, el coordinador de uP-running fue dejando algunos mensajes claves que tienen que ver con la necesaria colaboración entre el sector agrícola y tecnológico, con aprovechar los resultados para enfocar mejor las medidas y políticas, con el interés creciente en implementar medidas de promoción de la bioeconomía a través del uso de la agrobiomasa y con el desarrollo de un marco seguro que afiance las inversiones.