El portal web Lucena Hoy se hacía eco ayer de las críticas de Mejorana, asociación ecologista lucentina, hacia la decisión tomada a principios de mes por el Ayuntamiento de Lucena de cambiar las antiguas calderas de gasóleo de cuatro colegios por otras tantas de gas.
El Ayuntamiento anunció el pasado 7 de junio la adjudicación de la instalación de nuevas calderas de gas en los colegios públicos Nuestra Señora del Carmen, Virgen de Araceli, El Prado y San José de Calasanz “a la empresa Saveffi Solutions, cuya oferta total de 124.253 euros, IVA incluido, le ha valido para recibir la mayor puntuación en los cuatro lotes licitados”.
Todos los lotes eran con instalaciones de gas, ya que, con anterioridad, cuando se inicio el proceso de contratación, el consistorio dejó claro que “esta actuación pretende sustituir las calderas actuales por otras que tenga mayor rendimiento, cambiando así el sistema actual de gasóleo por una alimentación mediante gas natural, así como la instalación de los elementos de contabilización y seguimiento de energía en la instalación de calefacción”.
Córdoba, tercera en Andalucía en instalación de estufas y calderas
En Lucena Hoy, Mejorana lamenta que dicho asunto no haya pasado por el Consejo Local de Medio Ambiente y considera "inadecuada" la opción del gas, ya que "si bien no es uno de combustibles que mas contaminan, no deja de ser un combustible que afecta al calentamiento global y a la dependencia energética de España".
Mejorana añade que las instituciones públicas deben ser las primeras en "dar ejemplo" con estas cuestiones, ya que “existen alternativas al gas como las calderas de biomasa, que ya se han instalado en centros educativos de la zona, como Almedinilla, Fuente Tójar o Iznájar y que usan un tipo de combustible de fácil acceso en la zona como restos de carpinterías, orujillo, cáscara de almendra, pélets o huesos de aceituna”.
Según el Observatorio de la Biomasa de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, Córdoba es la tercera provincia de Andalucía con mayor número de estufas y calderas de este tipo instaladas. A finales de 2018 contaba con 11.193, con un crecimiento con respecto a 2017 (más de un veinte por ciento) superior a la media de España. Solo Granada, con 13.337, y Sevilla, con 12.382 la superan en número de instalaciones.
Fomento de las energías renovables donde hay energías renovables
La decisión del Ayuntamiento choca además con su propia Declaración de sostenibilidad ambiental de Lucena, publicada en 2014. En varios puntos hace mención a la necesidad de una “utilización creciente de las energías renovables”. Además, cuando cita los compromisos en vigor, aparece el “fomento del uso de energías alternativas en edificios municipales”.
En Lucena Hoy, Mejorana también recuerda que aunque el coste de una caldera de biomasa es más elevado, los ahorros que se consiguen con el uso de biocombustibles habrían permitido amortizar en pocos años la diferencia de precio, “comportando un enorme ahorro para las arcas municipales”. Y apostillan que “esta opción habría ido en beneficio del tejido empresarial local dedicado a la fabricación, distribución e instalación de este tipo de calderas”.
Se da la circunstancia de que en Lucena está una de las fábricas españolas de estufas y calderas más importantes, la de Bronpi; y además hay una planta de pélets, Reciclado Lucena, que cuenta con el certificado de calidad ENplus. Igualmente, en la provincia de Córdoba existen otros productores de pélets y de otros biocombustibles sólidos, como astillas y huesos de aceituna.
El Ayuntamiento de Lucena afirma afrontar esta inversión como parte del programa de eficiencia energética en edificios municipales y gracias a “la “línea de construcción sostenible, cofinanciados por la Unión Europea con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional 2014-2020”.
