El único delito que recoge la sentencia para los 16 activistas -informa Greenpeace- es el de daños a la central por la rotura de la valla y otros daños menores. Se les condena a pagar 2.232 euros por la rotura de dicha valla, más una pena de multa de seis meses con una cuota diaria de seis euros, que asciende a un total de 17.280 euros. Esto significa que la multa inicial solicitada por Iberdrola y las acusaciones de 357.371 euros se rebaja hasta 19.512 euros. Según el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, "la sentencia ha dejado claro que han sido en vano los intentos de criminalizar la protesta pacífica y el activismo ecologista". Rodríguez ha explicado que la decisión adoptada por el Juzgado "demuestra que la protesta en la central nuclear de Cofrentes fue siempre pacífica y que jamás se dañó a nadie". El director de Greenpeace ha añadido por otra parte que "no van a callarnos ni con amenazas de multas millonarias, ni con amenazas de cárcel. Tenemos a nuestra espalda más de 40 años de activismo pacífico por el medio ambiente y continuaremos con nuestra labor".
Del derecho a la información
En el caso del fotoperiodista independiente Pedro Armestre, la absolución de los cargos es total. Greenpeace ha difundido hoy un comunicado en el que declara públicamente su "satisfacción ante esta decisión, ya que refleja el respeto por el derecho a la información independiente y por los profesionales de la información que ejercen de testigos y altavoces de los hechos". Según el abogado de la organización ecologista, José Manuel Marraco, "Iberdrola [la empresa propietaria de Cofrentes] reclamaba una indemnización millonaria, pero la sentencia deja claro que los acusados lo único que pretendían era protestar contra la energía nuclear y dar repercusión pública y social al riesgo que supone la ampliación de su vida útil". La sentencia, no obstante, no es firme, y se abre un plazo de diez días en el que cualquiera de las partes podrá interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Valencia.
Se enfrentaban a penas de hasta dos años y ocho meses de cárcel
Por lo demás, Greenpeace ha agradecido hoy en su comunicado "los miles de apoyos que han llegado desde todos los puntos del planeta a través de las redes sociales para apoyar a los 17 de Cofrentes así como a las casi 200 organizaciones y personalidades que han apoyado públicamente a los activistas y al fotoperiodista". El 15 de febrero de 2011, 16 activistas de la organización ecologista realizaron una acción de protesta pacífica en la central nuclear de Cofrentes. Pintaron “PELIGRO NUCLEAR” sobre una de las torres de refrigeración, y, por ello, se enfrentaban a posibles penas de dos años y ocho meses de cárcel, así como a una multa e indemnizaciones de casi 360.000 euros para Greenpeace como presunto responsable civil subsidiario. Pedro Armestre se exponía a las mismas penas que los activistas".
Relato de los hechos, según Greenpeace
Quiénes son
Razones para cerrar la central nuclear de Cofrentes