Asgeco pregunta al Ministerio "cómo piensa actuar para compensar a los consumidores por las reiteradas subidas de estos últimos años, basadas en un modelo de cálculo que ahora el propio gobierno denuncia". La asociación reitera además, "al igual que otros colectivos de la sociedad, un cambio en el sistema de cálculo y fijación de la retribución y los costes de todo el sistema eléctrico, empezando por realizar por fin una auditoría real de costes, petición que hacemos desde hace años". La auditoría, por cierto, fue solicitada por el grupo parlamentario Izquierda Plural en el Congreso, hace apenas unos meses, y neutralizada por trescientos de los 323 diputados presentes en la votación. Votaron no el Partido Popular, Foro Asturias, CiU y UPN; se abstuvieron PSOE, Coalición Canaria y PNV.
Sin conmiseración
Con respecto al mecanismo de formación de precios de la electricidad en España, también se pronuncia muy críticamente Jorge Fabra en su última columna de Economistas Frente a la Crisis. Desde que fuera implantada en 2009 para fijar los precios de la energía en la tarifa eléctrica, esta subasta -dice Fabra- "ha estado inflando los precios sin conmiseración: en los 52 meses en los que ha estado vigente, nada menos que durante 42 meses, ha fijado precios por encima de los del mercado de la electricidad, incluso superiores en más de un 20% en los meses de julio, agosto, octubre, noviembre y diciembre de 2009; enero, febrero, marzo y abril de 2010; abril de 2012; y febrero, marzo y abril de 2013". Más aún -añade Fabra-, "en marzo y abril de 2013, los precios fijados en la subasta llegaron a duplicar los precios del mercado, con un incremento del 109% y del 149%, respectivamente".
Los resultados de la última subasta, "normales, o sea, tan anormales como siempre"
El expresidente de Red Eléctrica de España Fabra explica en su columna a continuación que, "en promedio, durante los 52 meses de vigencia de la subasta eléctrica, los precios fijados han superado en un 17% a los del mercado de la electricidad, que ya, por sí sólo, marca precios muy superiores a los costes medios de la generación que retribuye". El economista, que fuera por cierto también miembro de la Comisión Nacional de Energía, señala, por fin, que los resultados de esta última subasta "han sido bastante normales o, si se quiere, tan anormales como siempre han sido. Sólo ha sido su traducción en una subida de la electricidad sobre los precios vigentes que la propia subasta había establecido tres meses antes -concluye- lo que ha puesto en primer plano la barbaridad de lo que en realidad está pasando desde hace años".
Los fragmentos entrecomillados proceden del artículo Después de la subasta eléctrica… la propaganda, de Jorge Fabra
