“No queremos que nos traten como consumidores sino como ciudadanos. Ciudadanos que creen que se necesita menos energía de la que gastamos y que esa energía puede ser distribuida y renovable”. Lo decía esta mañana Víctor Barro, presidente de Amigos de la Tierra.
En pleno debate público sobre el futuro Real Decreto sobre autoconsumo planteado por el Ejecutivo, Amigos de la Tierra ha lanzado una publicación enfocada a la ciudadanía donde se pone de relieve la baja eficiencia de un sistema centralizado basado en combustibles fósiles, y en la que se ofrecen casos reales de independencia energética en el territorio español.
El documento, que puede descargarse en PDF, pretende llevar al gran público el debate energético, explicando de manera llana conceptos clave de este sector. A su vez, critica la falta de coherencia por parte de la Administración en sus políticas de energía.
“No se entiende que mientras las políticas europeas se enfocan hacia una sociedad baja en carbono mediante el fomento de las energías renovables, se sigan dando subsidios al carbón y a empresas con intereses en la extracción de gas”, apunta Hector de Prado, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra. “Cada vez hay más personas que no pueden hacer frente a las continuas subidas de la factura de luz, en parte debidas al pago de combustibles fósiles cada vez más caros, por lo que debemos soltar ese lastre. La solución pasaría por llevar a cabo una auditoría profunda e independiente de los costes del sistema energético español e incentivar el autoconsumo en comercios y en hogares”.
En ese sentido, de Prado ha recordado lo que se está haciendo en otros países. “Nos gusta el ejemplo alemán, donde un 20% del mix procede de fuentes renovables, y la mitad de ese porcentaje está en manos de la ciudadanía, no de las grandes empresas energéticas”.
Huerta Solar de Amigos de la Tierra
La publicación, además, hace hincapié en las distintas formas de autoconsumo y ofrece, para aquellas personas que no pueden tener sus propias placas solares, la posibilidad de convertirse en copropietarios de la Huerta Solar Amigos de la Tierra mediante una participación de al menos 100 euros.
Gracias al convenio firmado entre Amigos de la Tierra y la consultora Ecooo, la planta fotovoltaica de 20 kW, localizada en el tejado de un restaurante en Sisante (Cuenca), está a disposición de todo el que quiera comprar alguna participación y transformarse en agentes activos a favor del cambio de modelo energético. La producción estimada de la instalación –que cuenta con 90 paneles de IBC Solar– es de 33.075 kWh al año.
Otro de los puntos tratados, ha sido el peaje de respaldo que el Gobierno pretende aplicar a las instalaciones de autoconsumo. Pep Puig, presidente de Eurosolar España y autor del informe “Cultiva tu propia Energía” junto con Marta García París (Ecoservesis) lo explicaba así: “si ponemos el caso de que tienes un huerto con tomates, lo que pretende el Gobierno es que en vez de llevarte tu tomate a la boca, lo lleves a la tienda, pagues por él y vuelvas a tu casa. Eso es el peaje de respaldo”.
Puig ha hablado de la necesidad de acabar con tres mitos en torno a la energía. “El primero es que no hay crisis de energía, hay crisis de combustibles fósiles. El segundo es que no somos consumidores de energía, reconocerte como consumidor es reconocerte como sujeto pasivo que consumes lo que otro produce. Pero en energía todo el mundo puedo ser autoproductor. Y en tercer lugar, para tener una vida digna no hay que derrochar más energía”.
Hay que resistir
Pep Puig ha dibujado el panorama que está viviendo la energía. “Es una guerra abierta, como dijo Hermann Scheer, fundador de Eurosolar. Los grandes oligopolios se han dado cuenta de que su dominio de la situación toca a su fin. La gente va apropiándose de tecnologías que producen energía. Y lo que hay que hacer ahora es resistir. Nos están poniendo todo tipo de barreras pero tenemos que buscar la manera de saltarlas. Que seamos capaces de ganar dependerá de la sociedad. No la nuestra. Todo el mundo. Las grandes empresas deberán convertirse en proveedores de servicios, no de energía. La tecnología lo barre todo si la sociedad se apropia de ella. Y ahora es posible”.
En la presentación, y por videoconferencia, participaron también algunas de las personas ligadas a proyectos de renovables que ilustran el informe, como Vicente Pérez, impulsor de una instalación comunitaria de 450 kW fotovoltaicos en La Serna (Palencia), propiedad de 90 socios, la práctica totalidad de los vecinos del pueblo. “Nuestra historia empezó hace diez años y era muy bonita, pero ahora es muy trágica”.
Hablaba de las constantes medidas retroactivas puestas en marcha por el actual gobierno del PP y el anterior del PSOE. Medidas que están poniendo contra las cuerdas a más de 50.000 familias que en su momento, “y al amparo de unas leyes firmadas por el gobierno de turno y por el Rey de España”, decidieron apostar por un modelo basado en las energías limpias. “Hoy sabemos que esa firma no vale nada, que no existe seguridad jurídica en nuestro país”.
Pérez dibujó las cuentas de la instalación FV del pueblo. “En 2011 y 2012 tuvimos, por cada 100 kW (de los 450 que tiene la planta) unos ingresos anuales de 60.000 euros. Tuvimos que pagar al banco que financió la planta 57.000 euros y gastar otros 12.000 en operación y mantenimiento. O sea, tenemos unas deudas anuales de unos 10.000 euros. Así nos estamos haciendo ricos los fotovoltaicos”.
