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Españoles que hablan inglés

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En los últimos años el Reino Unido se ha consolidado como uno de los mercados más prometedores para las energías renovables. Lo saben bien grandes empresas como Iberdrola o Gamesa. Y otras no tan grandes que han empezado a desembarcar en las Islas Británicas en busca del viento y –ver para creer– del sol inglés. ¿Por qué? ¿Qué ofrece el Reino Unido para resultar tan atractivo? Grupotec, Norvento y Power Electronics nos lo cuentan. (Este reportaje se publicó en el número de abril de la revista en papel).
Españoles que hablan inglés

Una de las mayores empresas de renovables del mundo, la española Iberdrola, es ya el principal promotor y generador de energía eólica terrestre del Reino Unido, con más de 1.200 MW de potencia. Su Dirección de Negocio Offshore está en Escocia. Y por aquellas tierras del norte, concretamente en las Islas Orcadas, tiene también la base de operaciones de todos los proyectos relacionados con el aprovechamiento de las olas y las corrientes marinas. Otra de las grandes, Gamesa, estableció el año pasado su base industrial para la eólica marina en Edimburgo, la capital escocesa.

Y son constantes las noticias de empresas de cualquier parte del mundo que trabajan en el sector de las renovables y que llegan a las Islas Británicas atraídas por sus recursos y por su marco regulatorio. Un marco considerado tan propicio que ni la solar fotovoltaica se resiste. Por más increíble que pueda parecer. De hecho, algunas empresas españolas que cuentan sus megavatios instalados en nuestro país por cientos consideran sin ninguna duda que el sol inglés es hoy por hoy uno de los que más calienta.

¿Qué ofrece el Reino Unido para resultar tan atrayente? Marianne Carlin, asesora de Comercio e Inversión de la Embajada Británica en Madrid (UK Trade & Investment, UKTI) lo resume en  cuatro puntos: “los ambiciosos objetivos del gobierno británico para el sector junto con un marco regulatorio estable, la facilidad para establecer una empresa y la flexibilidad laboral son los principales motivos que atraen la inversión”. 

Desde 2008, su compromiso de lucha contra el cambio climático se refleja en el Acta Climate Change Act, con la que el gobierno se obliga a reducir en un 80% sus emisiones antes de 2050. Esta legislación está respaldada por los llamados “presupuestos de carbono” que cada cinco años establecen un límite de emisiones de gases de efecto invernadero para asegurar que se va por el camino correcto en el logro de los objetivos.

La renovación de infraestructuras energéticas, para las que existe un plan de inversión de alrededor de 110.000 millones de libras entre 2011 y 2015 también han empujado en la buena dirección. “El gobierno británico es muy consciente del contexto de estabilidad, crecimiento y prosperidad, que tiene que garantizar para que sus negocios prosperen. Y explica que el Reino Unido continúe siendo el primer destino europeo de inversión extranjera y el segundo en el mundo”, explica Carlin.

Una ley transformadora
El pasado mes de diciembre el ministro de Energía y Cambio Climático, Edward Davey, tras dos años de trabajo y muchas consultas, presentaba la Ley de Energía diciendo que “atraerá inversiones que darán lugar a la transformación del mercado eléctrico, una transformación de las que solo tienen lugar una vez cada generación, pasando de un mix de combustibles predominantemente fósiles a un mix energético diverso, bajo en carbono”. Y recordaba que “durante los próximos diez años, la inversión que necesitamos para mejorar la infraestructura energética es casi la mitad de la inversión total que necesita el Reino Unido en infraestructuras. Supera la inversión actual en transporte, telecomunicaciones y agua, y eclipsa también la inversión que se ha hecho en los Juegos Olímpicos”.

Y las renovables jugarán un papel fundamental en ese nuevo mix que pretende garantizar el suministro y bajar los precios de la energía apostando fuerte por “un cambio hacia fuentes energéticas domésticas que nos hagan más eficientes en términos energéticos, lo que podría amortiguar el impacto de las fluctuaciones de los mercados mundiales de gas sobre nuestra economía y nuestros hogares”. Los llamados contratos por diferencias (CfD, por sus siglas en inglés) garantizarán el retorno de las inversiones. Y lo harán conviviendo con los certificados de obligación de renovables, que permanecerán hasta el año 2017, y con las primas (feed in tariff) disponibles desde abril de 2010 para los proyectos de generación a menor escala.

La realidad británica, como puede verse, está en las antípodas que vive ahora España donde las renovables van perdiendo cada día a golpe de real decreto lo que habían conseguido en la última década. Eso sí, muchas empresas han aprendido casi a la fuerza las ventajas de internacionalizar su actividad y han salido fuera para seguir haciendo lo que saben. Marianne Carlin reconoce que “el sector en España se ha ganado un merecido prestigio internacional y es extraño el mercado exterior  donde empresas españolas no tengan presencia puesto que son reconocidas a nivel global por sus tecnología y experiencia”.

Grupotec
José Miguel Ferrer es el director de Grupotec en el Reino Unido. La empresa  valenciana presta servicios de ingeniería, arquitectura y consultoría. Y en los últimos años se ha volcado con la solar fotovoltaica, especialmente con instalaciones en cubierta, donde ha completado más de 40 MW. “Hace ya unos años, en 2008, previendo la crisis que se avecinaba en España, decidimos internacionalizar la empresa y buscar nuevos mercados”, nos cuenta. Abrieron primero oficinas en Italia y Argentina. Luego vinieron Estados Unidos, Marruecos y Reino Unido, que se ha convertido en su primer mercado, con una facturación de 20 millones en 2012 y con unas previsiones de llegar a 50 en 2013.

En RU Grupotec desarrolla, construye y financia parques fotovoltaicos. “El año pasado construimos seis plantas que sumaban 15 MW y en este momento estamos terminando de construir doce más que suman 45 MW. A los que habría que añadir una cartera de proyectos para 2013 y 2014 que suman más de 200 MW. Además, trabajamos a su vez con una cartera de fondos de inversión con sede en Londres a los que ofrecemos este tipo de inversiones”. Así que no es de extrañar que la capital británica sea ahora la sede de la división de renovables de Grupotec.

Desde aquí siguen apostando por los mercados recurrentes de Europa, mientras abren otros nuevos en Latinoamérica (México, Chile, Brasil, Colombia…) y en Asia (India y Japón). Donde buscan, precisamente, lo que encuentran en el RU: “una normativa estricta y bien regulada, con reglas del juego previsibles. Y donde se observa un mercado duradero”.

José Miguel Ferrer recuerda que los inicios fueron complicados. “Éramos una empresa líder en España pero cada país tiene una normativa y lo difícil es conocerla e interpretarla. Además Inglaterra es un país muy especial en cuanto a normativa y construcción se refiere. Lo primero que necesitábamos, por supuesto, eran los clientes. Nuestro primer cliente conocía a Grupotec España y solo había que convencerle de que seríamos capaces de realizar el mismo trabajo aquí, en RU. Esa fue una labor comercial de toda la empresa”.

Comenzaron con una instalación sobre cubierta de 1,6MW hace dos años, que hasta hace pocas semanas era la más grande del país. “Con este proyecto, construido en tiempo record, nos ganamos la confianza del cliente, un potente grupo inversor inglés. Y a partir de ahí fuimos desarrollando y construyendo parques fotovoltaicos en diferentes regiones hasta convertirnos hoy en una de las compañías fotovoltaicas líderes en RU. Y por encima de los números y los balances empresariales, una de las cosas que más nos enorgullece es que hoy trabajan con nosotros en estos proyectos alrededor de 500 personas de 27 subcontratas (inglesas y españolas) con las que colaboramos. Más del 70% son contratas españolas”.

La lectura que se puede hacer es inmediata y Ferrer no duda en hacerla. “Así respondemos a los que durante tantos años cuestionaron y aún critican el sistema de primas en España, que en su día sirvió para impulsar un mercado del que hoy somos líderes, crear know how y exportarlo al resto de países”.

Pero ¿cómo es posible que la fotovoltaica pueda tener semejante tirón en un país con este clima? “Porque en una inversión de este tipo el clima no lo es todo. Lo que realmente la hace posible es el clima político en materia renovable y legislativo en el ámbito eléctrico. Un país como RU, con una clara apuesta por la generación renovable y unas reglas de juego sencillas y claras, hace que, aun con nubes y lluvia, sea uno de los mercados más claros de Europa y del mundo”.

¿Y no hay riesgo de burbujas o de medidas retroactivas como las que están hundiendo el sector en España? “Si la normativa está bien hecha desde el principio –asegura José Miguel Ferrer– no hay peligro de retroactividad ni desincentivación del mercado. Los ejemplos de España, Italia, Republica Checa u otros gobiernos que han legislado sin una visión global ni de futuro, no son extrapolables a mercados correctamente regulados como Alemania, Francia o RU. Por eso queremos estar en estos mercados. Y por eso trasladamos a Londres el área de renovables de Grupotec”.

Norvento
Con más de 30 años de experiencia en el sector de las renovables, el grupo gallego Norvento está también en plena expansión internacional. Y Reino Unido se ha convertido en parada obligada. Su director técnico, Miguel Hoyos, explica por qué.

“Hemos hecho una apuesta muy fuerte de desarrollo tecnológico en la eólica de media potencia enfocada a la generación distribuida, que se materializa en el aerogenerador nED100. Porque estamos convencidos de que esta forma de producir energía renovable junto a los puntos de consumo tiene un gran futuro. El gobierno de RU comparte esta visión, ya que desde abril de 2010 incentiva las tecnologías renovables a pequeña escala mediante una tarifa (feed in tariff), adaptada al tamaño y tipología de la instalación. Lo que ha hecho posible que, a día de hoy, sea el país en el que más aerogeneradores de media potencia (entre 100 y 500 kW) se estén instalando. Por eso es un mercado estratégico para Norvento y su proyecto nED”.

En España, el PER 2011-2020 también proponía un objetivo de 300 MW para la eólica de pequeña potencia (instalaciones hasta 100 kW), pero la realidad es que, desde entonces, los cambios legislativos han ido en detrimento de las renovables y no se ha dado ningún paso para avanzar en el desarrollo de la eólica de pequeña potencia. “Con este escenario, el único atisbo de esperanza es que por fin se regule el balance neto, una norma que lleva más de un año de retraso y que, aunque por sí sola no será suficiente para lograr los objetivos del PER, al menos puede ayudar a que se realicen las primeras instalaciones y se empiece a demostrar el potencial de esta tecnología”, apunta Hoyos.

Norvento está en pleno desarrollo de proyectos de promoción propia en RU con su máquina nED100, al tiempo que negocia con empresas locales para alcanzar acuerdos de colaboración que le permitan posicionarse rápidamente como un fabricante de referencia en su rango de potencia. Y ya ha comenzado a tomar cuerpo el equipo humano, tanto para desarrollo de proyectos como para instalación y mantenimiento. “Además, estamos muy activos en la asociación Renewable UK, donde pertenecemos a un grupo de trabajo de eólica de media potencia en el que se está desarrollando un esquema de certificación específico para este tipo de máquinas, que no son ni miniaerogeneradores de escala doméstica, ni las grandes máquinas multimegavatio”.

Participar en Renewable UK fue, de hecho, el inicio de la andadura británica de Norvento. “Una vez que instalamos nuestro primer prototipo nED100 en Galicia, en agosto de 2011, y lo presentamos en la Feria Windpower Expo de Zaragoza un mes después, empezamos a estudiar más a fondo las oportunidades de negocio en RU. Y ahora contamos con varias personas dedicadas casi en exclusiva a desarrollar este mercado, con frecuentes viajes. Además, quiero destacar el valioso apoyo que nos viene brindando el equipo del UKTI (UK Trade & Investment), que desde el principio se han interesado mucho por nuestro proyecto y nos han ayudado a identificar colaboradores locales y a enfocar temas prácticos como la búsqueda de una oficina”.

Las dudas que pueden surgir con el sol inglés no caben cuando se habla de viento. “RU disfruta de un recurso eólico excepcional –explica Miguel Hoyos– y lo que es más importante para nuestro proyecto de generación distribuida, muy repartido por todo el territorio, de forma que casi en cualquier sitio tienes viento suficiente como para que sea interesante la instalación de un aerogenerador como el nuestro, especialmente concebido para vientos bajos. Esta ventaja, unida a la política de apoyo a la generación distribuida renovable a pequeña escala, hace que la eólica de pequeña y media potencia sea interesante en RU a día de hoy y cuente con un gran potencial en el futuro”.

Por ahora Norvento tiene varios proyectos en fase de tramitación, y esperan acabar el año con varias máquinas instaladas. “En cualquier caso, arrancar siempre es lo más difícil y, una vez que cojamos ritmo, contamos con llegar a instalar varias unidades al mes en 2014”.

Power Electronics
Tiene solo 31 años pero Miguel Ángel Escribano es ya el director de la División de Energías Renovables de Power Electronics, empresa especializada en la fabricación de electrónica de potencia que cuenta con una unidad de negocio centrada en los inversores solares. “Para nosotros el Reino Unido representa a día de hoy uno de los principales mercados y una de nuestras apuestas estratégicas para el periodo 2013-2015. Porque las renovables, y la fotovoltaica en concreto, se encuentran aquí en plena expansión. Es un mercado joven con mucho potencial. Y el país ofrece una gran estabilidad jurídica que hace que este tipo de instalaciones sean rentables y de bajo riesgo para los inversores”, apunta Escribano.

La División de Renovables está implantada en RU desde 2011 para mantener la relación comercial con sus clientes, –que van desde EPC (empresas que ofrecen productos llave en mano), tanto ingleses como españoles, a desarrolladores y fondos de inversión– y buscar otros nuevos mediante prospección de mercado. También cuentan con una delegación de servicio en High Wycombe, cerca de Londres, donde actualmente dispone de varios técnicos para dar servicio a todas las instalaciones en RU.

“Debido al elevado número de parques que acabamos de poner en marcha –ya superamos los 150 MW instalados aquí con inversores fotovoltaicos centrales– estamos planteándonos reforzar esta estructura técnica con más ingenieros de servicio y abrir una nueva delegación técnica en Bristol. Asimismo, y debido al amplio tejido industrial con el que cuenta RU, uno de los objetivos de Power Electronics para este año 2013 es la implantación de nuestra División Industrial en el país, para la fabricación de arrancadores y variadores de velocidad en baja y media tensión”. De hecho, ya están contactando con empresas de distintos sectores como minerías, fabricantes de maquinaria, petróleo & gas, tratamiento de aguas, etc, para ofrecerles su gama de productos.

Pese a no ser un mercado prioritario en el plan de negocio de la división que desarrollaron en 2011, demostraron fiabilidad y capacidad de respuesta rápida cuando un cliente, al que le había fallado su fabricante de inversores, contactó con ellos. Y cumplieron. “Somos fabricantes verticales, lo hacemos todo, así que no dependemos de terceras partes. Y eso es una ventaja. Una vez que comenzamos a tener instalaciones en marcha en RU la primera decisión que tomamos fue abrir una delegación de servicio para poder dar soporte 24 horas a las plantas solares. Si algo diferencia a Power Electronics del resto de fabricantes es la orientación al servicio que tenemos. Fuimos conscientes de que no podíamos garantizar un servicio in situ de calidad desde Valencia y por eso decidimos establecer aquí a algunos de nuestros técnicos”. Crecieron los parques y hubo que contar con más personal. Y ya están pensando en ampliar de nuevo la plantilla.

Puede ser que el Reino Unido no tenga mucho sol. Pero tiene mucho dinero. Las finanzas son la clave de la economía de este país. Y Miguel Ángel Escribano hace su propia lectura al respecto. “Los grandes parques fotovoltaicos en los que se centra Power Electronics son realmente un producto financiero. La fotovoltaica en RU tiene unas tasas de retorno de la inversión en torno al 7-8%, que junto con la estabilidad legislativa del país hacen que se trate de un producto atractivo desde el punto de vista de la rentabilidad y de poco riesgo para los fondos de inversión que apuestan por él”.
Y todo ese dinero, ¿no podría inflar una burbuja que acabe explotando? “Ese riesgo siempre existe, aunque desde nuestro punto de vista es menor en RU debido a su estabilidad legislativa”.

Escribano se pasa media vida de acá para allá. Como director de la División de Renovables de Power Electronics, trata de identificar mercados con potencial fotovoltaico en cualquier parte del mundo. “Ya tenemos personal dedicado exclusivamente al negocio solar en Italia, Alemania, España, Chile, México, Brasil, USA e India. Yo me encargo personalmente del Reino Unido debido a la importancia estratégica que representa para nuestra compañía en los próximos años”.
 
Las mejores oportunidades
La coalición de gobierno entre conservadores y liberales aspira a cubrir con renovables un 15% de las necesidades energéticas en 2020. Lo que implicará multiplicar por cuatro su aportación, cifrada en un 4% en 2012. En cuanto a la electricidad, la intención es pasar del 11% actual al 30%.

Para ello cuenta desde 2011 con una Hoja de Ruta que ya ha sido actualizada en diciembre de 2012. Y que certifica, por ejemplo, el crecimiento extraordinario de la generación eléctrica procedente de renovables. Solo en un año se ha incrementado en un 27%, gracias a los 14,4 GW instalados. El 38% de esa electricidad procedió de la bioenergía y de ese porcentaje la mitad fue biogás. La eólica marina ha crecido un 60%, hasta los 2,5 GW. Y la terrestre un 24% hasta los 5,3 GW. La fotovoltaica se ha multiplicado por más de cinco, hasta los 2 GW.

Ahora mismo los grandes proyectos de eólica marina ofrecen, sin duda, las mayores oportunidades para empresas inversoras. En la actualidad hay instalados 2,5 GW de potencia y el objetivo es llegar a 18 GW para 2020. “También los proyectos de media y pequeña potencia, tanto eólicos como solares, tienen un largo camino que recorrer y las empresas españolas, con su experiencia, ya lo están aprovechando –explica Marianne Carlin, asesora de UK Trade & Investment–. Los proyectos fotovoltaicos menores de 50 kW tienen mucho potencial, pero también hay mucho por hacer en instalaciones a gran escala sobre suelo y cubiertas. A lo largo de este año el gobierno británico finalizará su nueva estrategia para el sector solar y cuenta con  alcanzar entre 7 y 20 GW (en función de varios factores) de potencia instalada en 2020, partiendo de los actuales 2 GW”.

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Miguel Ángel
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