El interruptor de viento es un dispositivo -explica en su nota el Ciemat- que permite detectar las condiciones de viento extremas al objeto de que los equipos móviles expuestos al aire libre, propensos a sufrir daños, puedan reaccionar y protegerse por sus propios medios: "la acción del viento sobre una pletina provocará un desplazamiento de la misma que generará, mediante alteraciones del campo magnético, aperturas y cierres de los contactos ferrosos, dando lugar a una alarma por alto viento o un disparo por muy alto viento; el dispositivo debe funcionar activándose en los umbrales deseados". El dispositivo (en la imagen, véase instalado en un helióstato) es útil para preservar la integridad, pues, de grandes estructuras móviles, tales como aerogeneradores, helióstatos, discos, colectores, grúas, pescantes, toldos, persianas, etcétera.
El premio
Los premios madri+d, que premian el esfuerzo de los grupos de investigación en la transferencia a la ciudadanía de los resultados de su trabajo, son convocados por la Fundación madri+d, dependiente del gobierno regional. Las patentes que pueden optar al premio deben ser patentes concedidas a universidades o centros públicos de investigación que formen parte del sistema madri+d, cuya solicitud prioritaria sea española, europea o patente internacional, que hayan sido presentadas ante la Oficina Española de Patentes y marcas. Según la nota difundida hoy por el Ciemat, en la valoración de las candidaturas se consideran distintos aspectos: novedad del contenido científico-tecnológico de la solución aportada a un problema identificado; el mérito inventivo; el impacto de la transferencia del conocimiento, realizada o potencial en relación con las aplicaciones industriales existentes (con especial consideración la colaboración público-privada en el desarrollo de la invención, así como la transferencia de resultados a empresas medianas o pequeñas); la existencia de extensiones nacionales o internacionales de la protección y, por supuesto, la relevancia de la investigación.
Diez años de historia
La primera aplicación de esta patente -informa el Ciemat- ha sido en los campos termosolares, compuestos por concentradores con grandes superficies móviles que están expuestas a la acción de viento: "el interruptor de viento permitiría minimizar el riesgo ante la presencia de vientos peligrosos, haciendo posible la detección y la actuación de forma independiente en cada concentrador; ello es especialmente relevante en campos de helióstatos autónomos en donde estos equipos, al trabajar de forma aislada por carecer de cableados, deben de gestionar su seguridad de forma autónoma". Según el Ciemat, las ventajas que hacen competitiva esta patente son las siguientes, entre otras: al estar integrado por componentes pasivos, estos no requieren alimentación eléctrica para su funcionamiento, haciendo más seguro el mismo; la gran sencillez y el bajo coste, lo que facilitaría su instalación en los equipos que quieran ser protegidos por este sistema, sin incrementar significativamente el coste de los mismos; la gran robustez y fiabilidad en la detección ya que es la fuerza del viento la que lo activa; el fácil tarado y ajuste; y la gran versatilidad ya que permite la detección en diferentes condiciones y direcciones del viento (pudiendo establecerse diferentes niveles de alarma). El interruptor que puede verse en la fotografía fue instalado a finales de 2003. El funcionamiento a lo largo de estos casi diez años es calificado por Ciemat como "excelente".