Los actuales objetivos de la UE relacionados con la energía y el cambio climático se resumen en el famoso paquete 20–20–20. Que implica una reducción del 20% de los gases de efecto invernadero, un aumento de la cuota de renovables hasta el 20% y una mejora de la eficiencia energética del 20%. Todo ello para 2020.
El 40% de reducción de emisiones en 2030 pretende establecer un objetivo intermedio a mitad del camino que se ha propuesto la UE de llegar a un recorte del 80-95% en los gases de efecto invernadero a mediados de siglo, como ya se ha establecido en el calendario de los Veintisiete.
El documento al que Reuters ha tenido acceso, pretende abrir el debate en la UE sobre objetivos políticos para 2030, que sucedería a las metas establecidas para 2020. Como no podía ser de otra manera, el sector energético, por sus largos plazos de inversión, está impaciente por conocer la dirección de la futura política energética comunitaria que, visto lo visto, apuesta por seguir luchando contra el cambio climático con más renovables.
El documento de la Comisión no menciona un posible objetivo para ahorro energético en 2030. Todo indica que se publicará este mes. Y Bruselas estará muy atenta a las reacciones de las partes interesadas hasta junio.
La culpa es de las renovables y de los ecologistas, dice Cañete
Las reacciones de nuestro Gobierno parecen más que evidentes. España votó en octubre en contra de la nueva Directiva de Eficiencia Energética. Y unos ministros y otros no pierden ocasión de echarle la culpa a las renovables del déficit de tarifa, o a los ecologistas de las avenidas de los ríos, como hizo ayer el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete. “El anterior Gobierno se volvió loco con las primas a las renovables, llevaban al país a la quiebra”, dijo al referirse al déficit de tarifa. “Primero había que parar el toro y ponerlo en suerte, que es lo que hemos hecho”.
“A los ecologistas no les gustan las presas pero no piensan en las avenidas”, dijo también durante un desayuno informativo celebrado en Madrid. “Quizás les gustaba más el Gobierno anterior, que ha incumplido todas las directivas europeas”, ha seguido, para después pedir a los ecologistas que le “demuestren” que la ley de Costas “favorece el urbanismo, si leen la ley verán que no”. También les ha criticado que no tengan en cuenta la “sostenibilidad económica”. Y ha puesto de ejemplo que exijan la prohibición inmediata de los descartes en la pesca. “Si se hace de un día para otro, el sector se va a la ruina”, recoge en su edición de ayer El Periódico de Catalunya.
Responsables de Greenpeace y SEO Birdlife que asistían al encuentro se levantaron y se fueron. “Es intolerable que nos acuse de no pensar en las avenidas cuando muchas veces es la ocupación ilegal de los cauces de los ríos que nosotros denunciamos la que provoca los problemas”.