Al menos esta es la conclusión a la que llega un estudio de un equipo de expertos del instituto Empa de Suiza, que ha colaborado con otros centros del mismo país: ART (Agroscope Reckenholz-Tänikon) el Instituto Paul Scherrer. Según una información recogida por la agencia de noticias de ciencia y tecnología Amazings, las tres instituciones han actualizado la lista de pros y contras ambientales de numerosos biocarburantes. La conclusión es que solo unos pocos son más respetuosos con el medio ambiente que los derivados del petróleo.
El estudio expone que muchos biocarburantes basados en productos agrícolas sí ayudan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, pero acarrean otro tipo de impactos, como sobreacidificación de los suelos y contaminación de aguas debido al excesivo uso de fertilizantes. Entre esos pocos que tienen un balance neto ambiental mejor que el del petróleo destaca especialmente el biogás generado a partir de residuos orgánicos, que, “dependiendo de la fuente, causa un impacto que supone la mitad del causado por el petróleo”. El informe le pone peros incluso al uso de desechos, como paja y residuos madereros, al justificar su uso con fines energéticos solo si no se aprovechan ya de otro modo o si al sacarlos de su ciclo natural no se reduce la fertilidad de la tierra ni la biodiversidad.
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