El documento final de la cumbre en la que participaron 191 paises fue alumbrado aún antes de su realización, y despertó más críticas que alabanzas, entre las primeras pueden considerarse la lapidaria frase del secretario general de la Onu, Ban Ki-moon, quien dijo en su discurso de apertura: "Voy a ser franco: nuestros esfuerzos no han estado a la altura de la medida del desafío. La naturaleza no negocia con los seres humanos".
Los que ven el vaso medio lleno apuntan que RIO+20 abre un camino para definir metas de desarrollo sostenible para finales de 2014, además de señalar un apoyo a la llamada “economía verde” y de prever negociaciones para la proteger la vida marina.
Los del bando contrario, o sea el vaso medio vacío, destacan como bandera la falta de plazos y metas tangibles en la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, además de señalar problemas conocidos como la deforestación o la desertificación.
Para la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, el documento significó el “consenso posible”, más “un punto de partida y no de llegada”, según dijo, por lo que ahora hay que abocarse a buscar financiamiento para las metas de desarrollo sostenible, un tema sin duda nada menor dada la actual situación económica global.
Fracaso
Así había catalogado a la cumbre aún antes de que esta se realizase un informe del Pnuma (Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente), en el que se asegura que en las últimas cuatro décadas se ha cumplido menos del 5% de los compromisos medioambientales adquiridos a nivel mundial.
Así, sólo cuatro de los 90 compromisos adquiridos aparecen con avances significativos, menos incluso que las metas que han sufrido retroceso, que fueron ocho. Los avances se produjeron en el uso de productos nocivos para la capa de ozono, la eliminación de combustibles, el acceso al agua potable y el aumento de investigación sobre la contaminación del mar.
Por el contrario, el informe cita que no hubo avances en la preservación de las existencias de pesca e incluso retrocesos en la protección de los arrecifes de coral.
En definitiva, pocas cosas concretas para tanta movilización, sobre todo si se tiene en cuenta que alrededor de 100 jefes de Estado y de Gobierno participaron durante los tres días en que se extendió la cumbre para, en teoría, establecer objetivos de desarrollo sostenible e inclusión social.
Más información:
www.rio20.info
www.pnuma.org
