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Movilidad Sostenible

“Hay que recuperar el sentido común y de lo común”

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Nuestro tercer “Desayunable” ha girado en torno a la movilidad sostenible. Un concepto que va mucho más allá del vehículo ecoeficiente. Abarca procesos y acciones orientados a utilizar de forma racional los medios de transporte, a reducir el número de vehículos que circulan por calles y carreteras, a rediseñar las ciudades para que vuelvan a ser más humanas y habitables… En definitiva, todo un cambio de modelo.
“Hay que recuperar el sentido común y de lo común”

Arturo Pérez de Lucía, director general de Aedive (Agrupación de Empresas Innovadoras de la Infraestructura del Vehículo Eléctrico); Juan Luis Sanpedro, gerente de Skybus, empresa que se dedica al transporte bajo demanda;  Pedro Bravo, periodista, escritor y entusiasta defensor de la bici; Ignacio Ramos, de la Oficina de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Madrid. Con ellos, José Illana, de Quiero, Sergio de Otto, de Fundación Renovables, y quien escribe estas líneas compartimos desayuno a mediados de mayo con el objetivo de reflexionar sobre cómo hacer más racional y sostenible la movilidad

Así transcurrió la charla:

Arturo Pérez de Lucía. Hay que pensar en no consumir energía, en cambiar los hábitos de conducta de los usuarios sobre la movilidad. Ese creo que es el gran objetivo que debemos tener. Actualmente estamos arrastrando todavía una rémora en el que el coche ha sido el rey. La movilidad unipersonal con un vehículo de cuatro ruedas que mueve 1.500 kg para desplazar 80…  esa es la constante. También han crecido las ciudades mucho y muy rápido y no se han desarrollado las infraestructuras de transporte público acorde a ese desarrollo.

Para mi, lo esencial es que los ciudadanos entiendan que tienen una implicación importantísima en la movilidad, como personas y como conjunto. El objetivo es reducir emisiones, reducir gasto energético y aprovechar las infraestructuras públicas. Y a partir de ahí, yo metería la coletilla de los vehículos ecoeficientes, como son los eléctricos, para complementar esa movilidad, incidiendo siempre en la intermodalidad con el transporte público. En ese sentido, el vehículo eléctrico puede jugar un papel interesante en lo que sería la movilidad urbana, periurbana y extraurbana.

Pedro Bravo. Yo he venido a hablar en representación del sector de la bici y creo que hay que dejar de hablar de ir en bici e ir en bici. Madrid es una de las ciudades con menos índice de uso de bici por habitante de toda España. Cuando tú dices que vas en bici por Madrid te miran con cara rara. Te dicen “¿Estás loco? Te van a matar, hay muchas cuestas, hace mucho frío, llueve mucho…”Y entonces tú piensas: en Copenhague debe hacer más frío que en Madrid, en San Francisco hay más cuestas, en El Cairo te deben atropellar más que en Madrid…. A la gente se le ha creado un miedo a ir en bici… Nos hemos alejado mucho de nuestra condición de seres humanos porque vamos mucho en coche. Yo he venido en bici hasta aquí, más allá del humo que me he tragado y de la cuesta de (la calle) Concha Espina, no ha pasado nada…Andar también es estupendo.

Juan Luis Sanpedro. La movilidad sostenible va de dos cosas: reducir el numero de vehículos, y hacer que los vehículos sean más eficientes, como el eléctrico. Pero el vehículo eléctrico por sí solo no resuelve todo, resuelve temas de eficiencia y contaminación pero sigue habiendo problemas asociados a la movilidad como la congestión en las calles. Imaginaros que ahora mismo sustituyéramos todos los coches que teneos por vehículos eléctricos, seguiría habiendo el problema de la habitabilidad de la ciudad, el gran espacio dedicado al coche…

Al igual que la bici, Skybus (sistema de transporte bajo demanda) quita vehículos de la carretera, permitiendo a la gente ir con niveles de comodidad y satisfacción equivalente a los que pueda tener con su coche Cada usuario sabe de antemano el origen, destino y la hora a la que quiere que se le recoja. Con esos datos, el sistema informático de Skybus diseña dinámicamente la ruta de los vehículos para llevar en un mismo vehículo a todos aquellos que tienen rutas similares. Con ello se consigue un híbrido entre un taxi y un autobús, muy flexible, muy cómodo y muy barato. A la medida de un taxi pero mucho más barato. En definitiva, se trata de un transporte bajo demanda que se basa en una plataforma online para la gestión de la demanda y de la flota. Es una alternativa al vehículo privado.

Arturo. ¿Tenéis una estimación de cuántos vehículos quita Skybus?

Juan Luis. Unos 18. Estamos utilizando vehículos de 25 plazas. Pero depende mucho de la escala, si tienes una gran demanda (,,) a lo mejor tiene sentido sacar vehículos de 50 plazas, así estarías quitando  muchos más.

Skybus se puso en marcha el año pasado. Empezamos primero en Madrid (como ruta de empresa, entre Las Rozas y la sede central de Telefónica) y ahora tenemos previsto empezar en Vitoria, Santander y en Sao Paulo (Brasil) donde también hay mucha ruta de empresa. Acabamos de ganar también un premio, que consiste en la implementación de Skybus en una ciudad india.  En realidad, lo que frena el cambio que supone la movilidad sostenible es el miedo a innovar, a invertir, a cambiar de hábitos, a abordar cambios en la regulación….

Arturo. También nos hemos acostumbrado a que los ayuntamientos, los gestores, nos lo resuelvan todo. La movilidad sostenible implica que el ciudadano tome decisiones y eso parece que nos esta costando porque nos gusta que nos lo den todo hecho. El ayuntamiento tiene un papel muy importante no solo en cómo gestionarlo sino en cómo transmitirlo….

Ignacio Ramos. Las ciudades han crecido teniendo al coche como protagonista, el reto que tenemos delante es construir las infraestructuras mentales. Hay que deshacer las que se han montado y volver a construir unas estructuras mentales que hablen más de esos nuevos usos y que te van a permitir perder el miedo a esos cambios. Eso supone cambiar una mentalidad construida en torno al coche. Nuestra forma de pensar y nuestra mentalidad. El ciudadano tiene mucho que decir pero la Administración tiene que facilitarle el cambio. Le estás diciendo: “tienes que ir a la bicicleta, al transporte limpio.. pues te lo voy a hacer de verdad atractivo”.

Estamos en un proceso de cambio cultural y en estos momento tiene más importancia el proceso que las medidas. No hay que empeñarse totalmente en la bicicleta, ni en el coche eléctrico…Al ciudadano que no le gusta la bicicleta, por miedo o por lo que sea, no se va a subir en una, y el que ve el coche eléctrico como algo todavía raro, lejano en el tiempo, no lo va a comprar. Pero al oír hablar de bici y coche eléctrico le está quedando un poso: “mi movilidad importa, mi desplazamiento de cada día tiene repercusión”. Y puede que piense:  “¿estoy siendo eficiente? Merece la pena que  coja el coche para solo andar 400 metros?”

Arturo. El reto es saber cuáles son los mensajes. Si traslado a la gente el mensaje ecológico, ¿lo van a entender? Parece que ese mensaje no acaba de calar. ¿El económico? Si fuera así nadie cogería el coche, las carreteras siguen colapsadas. Si el mensaje ecológico no es la clave y el económico tampoco, ¿cuál es? El gran reto es saber cuál es ese ¡clic! que lleva al ciudadano a decir: ahora si cambio mi modo de movilidad.

Pedro. Quizá el mensaje es decir al ciudadano: prueba.

Sergio de Otto. Estoy de acuerdo en que estamos en un proceso de cambio de cultura y en que no se trata de sustituir el coche privado por la bici o por el eléctrico. Si los argumentos ecológicos y económicos no bastan, hay que hacer ver que cualquier gesto cotidiano nuestro está muy vinculado a la sostenibilidad. No solo a la ambiental, también a la económica, social. No se trata de elegir entre una cosa u otra, estamos ante un cambio muy general. Otro tema fundamental es que tenemos que luchar contra el concepto que tenemos del coche. No consiste solo en cambiar el combustible del coche sino el concepto mismo. El coche es hoy día nuestra tarjeta de visita social, a través de la cual le decimos al vecino: “mira que coche tengo”.  Y eso está muy arraigado en la sociedad.

Pedro. Es cierto que estamos en un proceso de cambio, pero lo estamos haciendo más tarde que los demás. Nosotros somos como nuevos ricos en España, hemos construido más AVEs que nadie, más aeropuertos que nadie, más carreteras que nadie en los últimos diez, quince años. Ahora tiene que venir la lógica. La ecología está muy bien, pero es verdad que los mensajes no calan. Ahí está la eficacia. Donde caben 2.000 personas yendo en coche, en bus caben 9.000, en bici 14.000, en tren, 22.000….Es la lógica la que nos va a llevar al cambio…. O que no queden más cojones, con perdón.

Quizá el mensaje también esté en decir al conductor: “ese señor que va en bici tiene los mismos derecho que tú”. Estamos hablando de convivencia al final.

Arturo. Hablábamos antes de los mensajes. Yo creo que los que trabajamos en estos sectores profesionales hemos pecado de soberbia, al pensar: le vamos a resolver al ciudadano todas las soluciones de movilidad, sin haberle preguntado (previamente). Desde el lado del vehículo eléctrico (le hemos dicho): “vamos a hacer un vehículo eléctrico y vais a conducir vehículos eléctricos”.  Pero por equis cuestiones, ya sean de tipo económico, no se ha implantado la movilidad eléctrica como debería haber ocurrido. Luego ves anuncios de TV de vehículos eléctricos y no ves al coche en marcha, no ves si es fácil de aparcar, que no da problemas….Esos mensajes no se trasladan al usuario porque  no se le ha preguntado. Nosotros vamos a abordar ahora en unas jornadas la voz del usuario, para que sean ellos los que digan “estos funciona así,

qué bien se conduce, no gasta un duro, se aparca bien y encima en la ciudad no tengo que pagar al aparcar..” Todos esos mensajes no se han trasladado.

Juan Luis. En Barcelona hemos propuesto un proyecto de uso de vehículos eléctricos pero optimizados con la tecnología Skybus, de forma que un turista que llega a Barcelona se pueda mover con gran agilidad porque se olvida de tener que estar buscando donde están las cosas (que quiere visitar). Simplemente dice: “quiero ir a tal sitio” y llega un microbús, le recoge y le lleva. Y encima el microbús es eléctrico. ¿Qué ventajas tiene esto desde el punto de vista de facilitar la penetración de estas nuevas tecnologías? Este autobús es un catalizador para el vehículo eléctrico, la gente se sube, ve cómo funciona, que es cómodo, no hace ruido.. El servicio público en las ciudades debería incluir una pequeña flota de buses eléctricos para que la gente vaya viendo cómo funciona.

Pedro. Siendo conscientes de las necesidades que tenemos, seguimos comportándonos como lo hacemos y montamos espacios urbanísticos fuera de los entornos urbanos que premian el transporte privado. Telefónica, por ejemplo, monta su gran centro de oficinas a las afueras de Madrid y ahora empieza a buscar alianzas con proveedores de servicios… ¿No había nadie en Telefónica hace diez años como para avisar del pollo que estaban montando? ¿No había nadie en el Ayuntamiento que diseñara la ciudad?

Arturo. Yo insisto en el mensaje. Creo que tenemos que decirle al ciudadano: “siéntese Vd a la mesa de su casa y analice cuál es la opción más sostenible, menos cara, más útil para Vd y el entorno”. El ciudadano no se ha parado a pesar eso. Hay que decirle que tiene otras alternativas para ir al trabajo, que le van a costar más baratas y encima no va a consumir combustible. El ciudadano tiene que ser el que tome la decisión.

Pedro. Si te ponen tu empresa en el otro extremo de Madrid a lo mejor en transporte público tardas horas en llegar,.Y el coche eléctrico, ¿cuánto cuesta? Barato no es desde luego.

Arturo. El concepto de coche eléctrico no es solo de movilidad, es, también de eficiencia energética y va unido a las energías renovables, como la eólica. El sentido del vehículo eléctrico es cargarlo por la noche en hora valle que es cuando resulta más barato hacerlo y se optimizan las energías renovables.

José Illana. El cambio de mentalidad es tremendo y los mensajes que traslademos tienen que ir asociados a realidades y motivaciones. Todas las compañías que trabajan en el entorno de la RSC y de la sostenibilidad insisten mucho en que sea el ciudadano el que premie y realmente empuje las políticas de RSC. Y eso me lleva a una reflexión. ¿Quién hace realmente RSC y quién aplica realmente políticas de sostenibilidad? Las empresas donde los ciudadanos están pagando el sobrecose de hacer esas políticas. Voy a parar con ello al tema de las motivaciones. Una compañía tiene como principal motivación la sostenibilidad en términos financieros. Y le estamos pidiendo al consumidor que sus motivaciones no sean economicistas sino que tengan que ver con la sostenibilidad, la responsabilidad, etc. La empresa está pidiendo al ciudadano que sea consecuente con su entorno cuando la empresa está trabajando bajo unos criterios economicistas.

Llevando esto a un ejemplo concreto, que cualquiera de los que estamos aquí decidamos cambiar nuestro vehículo tradicional por uno eléctrico, en estos días eso significa tratar de vender un coche a un precio ridículo y comprar otro que es más caro que uno convencional, cuando esa misma compañía está haciendo campañas de publicidad y promociónales para sacar ese stock de vehículos convencionales. Hay que saber dónde estamos.

Juan Luis. No podemos pretender que esto sea una revolución, es un proceso que llevará un tiempo. Sería suicida para una empresa decir “solo voy a hacer ahora coches eléctricos”. Lo que hace es ir incorporándolos al tiempo que mantiene el producto que la gente compra mayoritariamente…Hay que ubicar la responsabilidad de cada uno de los agentes. Si soy ciudadano asumo la responsabilidad de bajar al trabajo en coche o en tren, pero ubiquemos a cada uno de los agentes en su justa medida y el rol que le damos al ciudadano como responsable ultimo de las decisiones.

Sergio. Pero al ciudadano no le estamos pidiendo heroicidades. Con el decreto de balance neto para el autoconsumo lo que estamos pidiendo es que al ciudadano le salgan los números.  Que no sea un negocio, pero que le salgan los números. Igual que cuando estás animando a alguien a que coja un híbrido, por el ahorro que le va a sacar al cabo del tiempo. Está claro que también tiene que haber esa motivación por la sosteniblidad, pero sin pedir heroicidades. Esto es una evolución. Que tenemos que forzar escalones, sí, cuanto más rápido mejor, pero tenemos que convivir con contradicciones.

Pedro. Yo estoy de acuerdo con José en el reparto de responsabilidades. Las empresas debe rían ser muy conscientes del beneficio que sacan de la sociedad y tratar de devolverle algo. En cuanto a la convivencia de la que hablábamos antes, el ejemplo puede ser Sevilla En 2006 iban 6.000 ciudadanos en bici, en 2009,  50.000. El Ayuntamiento hizo una política de fomento de la bici… Aquí estamos todos juntos. Los ayuntamientos nos representan en las esferas de poder para gestionar esto, las empresas son a las que yo vendo y compro. La ultima decisión la tiene al final la persona…

Juan Luis. Habría que trabajar en los dos lados. Las administraciones deben tener un rol de liderazgo y también las empresas. Mi sensación es que no hay un liderazgo claro en la idea de avanzar en la movilidad sostenible. Por ejemplo, en alguna empresa hemos propuesto que se cobre una cantidad muy pequeña por utilizar el parking de la empresa, algo muy sencillo de hacer, y ver qué efecto tiene. Primero, deja de ser gratis (..) y con ese dinero financiamos un sistema de rutas que es muchos más sostenible y más cómodo que el parking… 

Ignacio. En realidad, no hay porqué cobrar el aparcamiento. Tu plantéales que solo utilicen las plazas de garaje los que vayan compartiendo (coche), solo aparcan los que vengan al menos dos…

Arturo. Yo te planteo otro ejemplo de movilidad sostenible para las empresas. Trabajar por objetivos. Tu trabajas desde donde quieras, lo que me importa son los resultados. Eso tiene que entenderlo el empresario. Y no solo hablo de movilidad sostenible, hablo también de eficiencia energética y de todos los gastos asociados a tener una persona en un puesto de trabajo.

Jose. Estoy de acuerdo con Arturo. Creo que estamos todos un poco agotados de que nos estén sangrando por distintas vías…

Pedro. La subida que se ha hecho ahora del transporte público se podía haber evitado subiendo el precio de los parking. Eso es ser coherente con el mensaje de el que contamina paga.

Ignacio. En realidad las medidas coercitivas no tienes que venderlas como tales, lo que estás haciendo es internalizando externalidades por el uso del vehículo. España ha pagado 770 millones de euros en  emisiones de carbono. ¿Por qué tiene que pagar emisiones de carbono el señor que va en metro? Por no hablar de la factura energética, ese dinero que se va fuera. La cuestión es contemplar dentro de tus gastos las externalidades que estás produciendo.

Pedro. Yo creo, como conclusión, que hay que volver a hacer las ciudades humanas. En el coche estás aislado. Yo no voy en bici porque sea más ecológico, más saludable, es que voy silbando.. Este cambio me ha producido muchos otros cambios. Hay que hacer las ciudades más humanas. Y para eso hay que salirse del coche.

Arturo. Mi conclusión es que el ciudadano asuma su corresponsabilidad en analizar su movilidad y ver cómo la puede mejorar

Ignacio. Recuperado el sentido común, que parece que hemos perdido, hay que recuperar el sentido de lo común. La ciudad es de todos, el planeta es de todos… Así entenderé que lo lógico es pagar por mis desplazamientos, no por poseer un vehículo. 

 

 

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