Para Probiomasa, el consenso completo se muestra en que “es una energía limpia, en que ahorra de manera intensa emisiones contaminantes, en que evita incendios forestales, en que crea empleo de manera mucho más intensiva que el resto de energías y especialmente en el ámbito rural, en que no es responsable del déficit de tarifa, en que es plenamente gestionable y en que fomenta la diversificación y la reducción de la dependencia energética, así como el ahorro y la eficiencia energética”. Sin embargo, como también reconocen, “su utilización energética es poco menos que marginal y no está considerada –al revés que en la mayoría de los países de la UE– como estratégica para generar energía a partir de recursos propios y no importados, para disminuir la dependencia nacional del mercado de emisiones y para crear actividad y empleo en el ámbito rural”.
Como ya avanzó Energías Renovables, la jornada organizada por Probiomasa en Ifema dentro de la última edición de Genera constató una vez más el escaso desarrollo de la bioenergía en nuestro país y que, a pesar del crecimiento continuado en los últimos años de su producción, sigue representado un porcentaje casi testimonial en la oferta total de energía primaria (OTEP) en España. En 2010 la biomasa sólida representaba el 3,64 de la OTEP, el biogás un 0,17% y la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (FORSU) el 014%. El total da un 3,95%, mientras que en Finlandia representan más del 21%, en Suecia el 18,77%, en Dinamarca el 14,88% en Austria el 14,24%.
Cesefor, Ainia, Tecnalia, CTFC… nuevos e importantes nombres en Probiomasa
En Probiomasa consideran que “es urgente que se tomen las medidas necesarias para que la biomasa salga del grave estancamiento existente en su desarrollo a pesar del enorme potencial de materias primas biomásicas en España; medidas dirigidas a instaurar un nuevo sector productivo localizado en el medio rural con un fuerte carácter industrial y muy intensivo en generación de empleo”. También insisten en que estas medidas contribuirían a mejorar sustancialmente la actual situación de crisis económica, en la que incide negativamente “el desequilibrio que genera en nuestra balanza exterior la masiva importación de combustibles fósiles a causa de nuestra actual dependencia energética”.
El capital de asociaciones, colegios, centros tecnológicos, clúster empresariales y organizaciones agrarias profesionales que aglutina Probiomasa ayuda a la hora de reclamar estas medidas de forma unitaria y con fuerza. Desde que se presentó, el 25 de abril de este año, el número de integrantes ha pasado de 24 a 33, y sus promotores advierten de que las adhesiones seguirán creciendo. Entre las últimas en llegar destaca el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), uno de los dos organizadores, junto a Avebiom, de la feria de referencia del sector en España, Expobioenergía. Precisamente Avebiom, junto a la Asociación Española de Biogás (Aebig), son dos de las grandes asociaciones que aún no aparecen entre los miembros de Probiomasa. Otras de las incorporaciones recientes son Ainia Centro Tecnológico, la Asociación de la Ingeniería Forestal y del Medio Natural, la Asociación de Propietarios Forestales del Arco Mediterráneo (arcMED), el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC), la Red Española de Municipios Forestales y Tecnalia.