El grupo Smurfitt Kappa incluye a la biomasa y el biogás como principales apuestas dentro de su política vinculada a las energías renovables, la gestión forestal sostenible y la mejora ambiental. La multinacional del embalaje de papel y cartón ha dado un paso más en esta senda al finalizar con éxito la puesta en marcha de una nueva planta de cogeneración de vapor, con una potencia instalada de 21,4 MW, en la que utilizará como combustible residuos forestales. La inversión, de 20 millones de euros, conlleva la adquisición de una trituradora multifuncional para procesar esa biomasa, en línea con un sistema para su clasificación, selección y almacenamiento que permite incrementar su consumo en más de 40.000 t/año, superando las 100.000 t.
Según informan desde Smurfit Kappa Nervión, la puesta en marcha de la nueva línea de triturado añade como biocombustibles “los residuos forestales procedentes de operaciones silvícolas, como podas, desbroces y cortas fitosanitarias que fomentan la gestión forestal sostenible y ayudan a mantener los montes limpios”. Hasta ahora, el único residuo que se empleaba como combustible era el licor negro, “subproducto procedente de la cocción de la madera y cortezas generadas en aserraderos y en la propia planta por el descortezado de las apeas utilizadas en la fabricación del papel”, aclaran en la compañía.
120.000 MWh de energía renovable y 65% de autosuficiencia energética
Para la puesta en marcha de la planta de cogeneración se ha construido un nuevo edificio de estructura metálica y hormigón que alberga el nuevo turbo generador de vapor a condensación de una potencia de 21,4 MW. También se ha ampliado el sistema de refrigeración con la construcción de cuatro nuevas torres y capacidad para circular 2.500 m3/h de agua en proceso continuo. Con este proyecto, Smurfit Kappa Nervión incrementa su capacidad de generación eléctrica en más de un 40%, “superando los 120.000 MWh al año de energía renovable y alcanzando una tasa de autosuficiencia energética superior al 65%”.
No es la primera inversión en bioenergía que lleva a cabo el grupo. Entre las 300 instalaciones repartidas por treinta países existen plantas que incluyen la cogeneración con biomasa y biogás. En este último caso (cogeneración con biogás) se encuentran la fábrica de Zülpìch, en Alemania, y de Bernal, en Argentina. En Pin, Francia, entró un funcionamiento en 2010 una caldera de biomasa que ha aumentado sustancialmente tanto la potencia de cogeneración como el ahorro de emisiones de CO2.