La obra, cuyo título completo es "Cambio Global España 2020/50. Cambio climático y salud", ha sido editada por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas), la Sociedad Española de Sanidad Ambiental y el Centro Complutense de Estudios e Información Medioambiental; ha contado con el patrocinio de la Fundación Caja Madrid; y ha sido presentada hoy en Madrid por su máximo responsable, el profesor Martí Boscà, y por el presidente de Istas, Pedro José Linares. Entre los muchos datos que contiene ese vasto informe –en cuya elaboración han participado decenas de científicos españoles–, apenas uno en este párrafo introductorio: "la Organización Mundial de la Salud estima que el cambio climático está causando ya más de 140.000 muertes adicionales al año". En el contexto europeo, el caso español es, además, muy singular, según los autores del estudio: "debido a su situación geográfica, a las características del territorio y a su problemática ambiental, y a las circunstancias demográficas, socioculturales y económicas que atraviesa, España es un país con especial vulnerabilidad frente al cambio climático en el contexto europeo".
Los medios de comunicación frivolizan y fomentan el desinterés
Pese a ello, pese a esa "especial vulnerabilidad", los autores del estudio critican duramente la respuesta, tibia, que están dando las autoridades españolas (y también la sociedad) a ese reto al que se enfrenta la población toda. Según el instituto Istas (que es una fundación del sindicato Comisiones Obreras), "la mayoría de los expertos consultados para elaborar el informe opina que las actuaciones relativas a la salud humana reflejadas en las estrategias y planes de acción para hacer frente al cambio climático no son suficientes o adecuadas al problema". Los expertos consultados tampoco perciben en el sector salud "un compromiso serio ni eficaz en la lucha contra el cambio climático, ni en la mitigación, ni en la aplicación de los planes de adaptación". Más aún (y más allá del sector estrictamente sanitario), "la información que recibe la ciudadanía sobre los posibles efectos del cambio climático en su salud no es suficiente ni adecuada". Es más: los expertos señalan que "los mensajes transmitidos en los medios de comunicación son contradictorios y frívolos y fomentan el desinterés de los ciudadanos".
Repaso enciclopédico de la bibliografía
Más allá de las líneas maestras arriba señaladas, el informe "Cambio climático y salud" es una auténtica colección de datos. Así, por ejemplo, señala que, según la Organización Mundial de la Salud, el 23% de las muertes prematuras en el mundo son causadas por factores ambientales". En la UE de los 27 –añade en otro lugar–, "los niveles de contaminación del aire en las ciudades y áreas metropolitanas son responsables de casi 300.0000 muertes prematuras [al año]" (a España, le corresponden de ese total 16.000 muertes prematuras por mala calidad del aire, lo que supone muchas más muertes por ese motivo que las derivadas en nuestro país de los accidentes de tráfico; el tráfico es uno de los emisores principales de gases de efecto invernadero, promotores del fenómeno del cambio climático). El estudio, en fin, repasa un montón de informes que han ido viendo la luz a lo largo de las últimas décadas sobre el particular, informes todos obra de organismos de primer rango nacional o global, desde la Agencia Estatal de Meteorología de España al proyecto europeo Phewe (assessment and Prevention of acute Health Effects and Weather conditions in Europe).
El informe "Cambio climático y salud" concluye con un Epílogo en el que enumera una serie de recomendaciones a seguir a escala global (por los grandes organismos mundiales), nacional, local y personal (páginas 359 y siguientes). Además, Istas señala como conclusiones del estudio las siguientes:
1. El impacto del cambio climático en la salud humana es complejo y contiene elementos de incertidumbre en algunos aspectos. El proyecto se ha centrado en los efectos de este impacto que la comunidad científica considera más importantes para nuestro país.
2. Para un abordaje adecuado de los problemas de salud, es necesario referirse al cambio global como conjunto de situaciones en las que el cambio climático es el elemento central, pero no el único (migraciones, envejecimiento de la población, costes de los servicios sanitarios…).
3. En España, las actuaciones de adaptación al impacto del cambio climático sobre la salud humana (Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático), requieren la implicación directa del Sistema Nacional de Salud.
4. Las actuaciones sanitarias, para ser efectivas, deben abarcar el conjunto de necesidades: investigación, sistemas de información, redes de vigilancia, sistema de indicadores, programas de intervención y comunicación del riesgo; la evaluación de todas ellas es un elemento indispensable.
5. Es imprescindible fortalecer la investigación sobre los factores de riesgo presentes en los escenarios de cambio climático en el territorio español.
6. La investigación sobre los problemas derivados del cambio climático en España -en concreto, sobre la vigilancia sanitaria de las aguas y la seguridad alimentaria, como elementos centrales de la salud de los ciudadanos- requiere un esfuerzo proporcional a sus debilidades actuales.
7. El programa sanitario más importante de adaptación al cambio climático, y casi el único, está destinado a las olas de calor. Supone un buen antecedente en la coordinación entre el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (Agencia Estatal de Meteorología), que debe potenciarse y ampliarse.
8. Es necesario mejorar la eficacia de la comunicación a la ciudadanía, en especial a la población de mayor riesgo así como a la red asistencial. La elaboración de protocolos específicos de comunicación ante los riesgos concretos para la salud debe ser tarea principal de todos los implicados.
9. El Observatorio de Salud y Cambio Climático, de los Ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, precisa ser una realidad cuanto antes, siendo la ejecución de sus propuestas ante el Sistema Nacional de Salud la mejor medida de su efectividad.
10. Aunque los trabajos del proyecto están destinados, de forma preferente, a la adaptación a los efectos del cambio climático en la salud, no debe olvidarse la importancia del sector sanitario como elemento productivo causante, de forma directa o indirecta, de contaminación y, por tanto, de emisión de gases de efecto invernadero. Las actuaciones de mitigación del propio sector sanitario tienen, además, la ventaja de aportar a los ciudadanos una mejora en su salud y sensibilizar sobre las prácticas saludables, objetivos básicos del sector.
