Para el actual Gobierno cántabro, el Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria 2011-2020 conlleva un "importante proceso inversor y tecnológico en torno a las renovables, que tendrá una notable repercusión en el empleo, especialmente la biomasa y el biogás". Estas palabras las pronunció el pasado miércoles Ignacio Diego, presidente de Cantabria, en la presentación del plan ante un grupo de representantes de la CEOE, sindicatos y cámaras de comercio de Santander y Torrelavega. Días atrás, en la puesta de largo del documento, y preguntado por el bajón en los objetivos en eólica, contestó que “la mayor generación de empleo no vendrá de la mano de la energía eólica, sino de los proyectos de biomasa y biogás, que se estima crearán 1.640 puestos de trabajo, frente a los 1.081 eólicos”.
Según las primeras cifras aportadas por Europa Press, los objetivos en biomasa pasan por subir de los 2,30 MW actuales a los 50 MW en 2020. Dentro de esta meta “se prevé la instalación de varias plantas de biogás para la gestión de residuos ganaderos con aprovechamiento de purines, así como otras centrales de biomasa en fase de proyecto”. También cita el paso de 0 a 200 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep), con la planta de bioetanol de Sniace en Torrelavega como principal referente.
La biomasa hace ver más equilibrado y positivo el nuevo plan
Aparte de escuchar voces favorables al plan desde el propio Partido Popular, como las del portavoz de Innovación e Industria en el Parlamento de Cantabria, Carlos Bedia, justificando la diversificación de las fuentes de energía renovable con “la potenciación de la energía hidráulica, la energía por generación de biomasa y biogás", en UGT también ven aspectos positivos. María Jesús Cedrún, secretaria general del sindicato, estuvo presente en la reunión mencionada con Ignacio Diego, y, según Europa Press, dio una valoración "positiva" del plan, al que calificó de "equilibrado", citando el incremento de la presencia de la biomasa como fuente de producción energética.
Por su parte, el anterior partido en el poder, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) considera que la reducción de la potencia eólica a la mitad (de 1.400 a 707 megavatios) "no justifica la pérdida de un año de inversión, generación de puestos de trabajo, ingresos y credibilidad de las instituciones”. Por otro lado, tanto PRC como PSOE critican que el nuevo plan no tienda al autoabastecimiento, sino que prevé un déficit del 36,5% en 2020, y se muestran preocupados porque el encarecimiento de los parques eólicos "puede alejar a los inversores".
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