El proyecto Saervi propone hacer algo que ya se ha hecho en muchos tramos de carretera en distintas partes del mundo: llenar los laterales de la vía con bandas de panales fotovoltaicos y pequeños aerogeneradores. De ese modo, al del tránsito rodado de vehículos se le da un uso adicional para convertirlas en centrales de generación renovables.
Lógicamente la premisa es que luzca el sol o sople el viento. O las dos cosas a la vez. En función de estas condiciones habría que instalar paneles fotovoltaicos y pequeños aerogeneradores en la parte exterior de la calzado o anclados a elementos de balizamiento, alumbrado, etc. José Antonio Molina, el impulsor del proyecto, lo describe así: “la suma de varios tramos de vía implementados de esta forma, emergiendo de una población, constituiría el llamado árbol Saervi, donde la población sería el tronco, las carreteras las ramas y los paneles y aerogeneradores las hojas”.
Entre las ventajas que aportaría un uso masivo de estos sistemas modulares destacan que no precisa grandes superficies de terreno natural, no necesita enormes torres ni cimientos de hormigón en el suelo, no requiere grandes infraestructuras ni altera las existentes; ni siquiera exige el desarrollo de nuevas tecnologías. “Porque toda la tecnología, todo el material y todo el conocimiento para hacerlo ya están a nuestra disposición”, apunta Molina. “Saervi es una red descentralizada y distribuida. Y por su ubicación podría alimentar la futura flota de vehículos eléctricos”.
El promotor de Saervi ya ha hecho cálculos de producción solar utilizando para ello sistemas de información geográfica con mapas digitales de elevaciones, radiación solar y vientos. Y superponiendo luego un mapa de carreteras. Los datos extraídos para su provincia natal, Zaragoza, pueden verse en la página web del proyecto.
Más información:
www.saervi.com
