La iniciativa de AS Solar ha servido para tornar una nave maltrecha en un edificio con capacidad de oficina, producción y almacenamiento. Su cubierta está coronada por una instalación fotovoltaica de 268 kWp que inyecta a la red la electricidad producida. Está previsto realizar otras dos instalaciones fotovoltaicas en un nuevo almacén (125 kWp) y en un aparcamiento (100 kWp), incluyendo una estación de carga para vehículos eléctricos.
La aportación solar se completa con 150 m2 de colectores térmicos instalados en tres de las fachadas del edificio. Son los encargados, junto con calderas de biomasa que consumen pellets de madera, de asegurar la calefacción en invierno. La refrigeración en verano se consigue mediante una máquina de absorción de 30 kW, que se impulsa principalmente por el exceso de calor almacenado en el sistema de producción de energía solar térmica.
El exceso de calor de los inversores se aprovecha para la calefacción principal del edificio y el sistema de ventilación, que incluye la recuperación de calor. En verano, los inversores se enfrían a través del suministro de aire frío desde el exterior.
Con el aislamiento del edificio se ha conseguido reducir en más del 90% la demanda de energía, explica AS Solar. Se ha pasado de 279 kWk/m2/año a 20 kWh/m2/año.
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