Dicen las encuestas que el PP ganará el 20 de noviembre las elecciones generales y que lo hará por mayoría. A la espera del dictamen ciudadano, ese mismo Partido Popular olvidó/no pudo/no quiso que una persona de su organización o en su representación acudiera al debate que formaba parte de la Conferencia Internacional Solar 2011. Todavía hoy martes, en la página web que enuncia el programa se puede leer “representantes del PP (por confirmar)”.
El Partido Popular pasó del Sol, o más concretamente de la energía solar fotovoltaica. Al menos el viernes pasado. Las fuentes consultadas por Energías Renovables indican que el PP argumentó su ausencia en que el PSOE envió a una persona de la Fundación Ideas y no a un miembro del partido. Justificada (o no), la ausencia popular impidió saber si el PP contempla alguna actuación concreta respecto a la energía solar fotovoltaica o conocer alguna pista del contenido de su programa electoral sobre energía, aún desconocido.
Normativa estable
La necesidad de que exista un marco normativo fotovoltaico estable. Esta fue una de las ideas destacadas por los participantes en la mesa de debate: Gustavo Nombela, de la Fundación Ideas, por parte del PSOE; Manuel J. Silva, de CiU; Alfonso Sopeña, de UPyD; José Ramón Beloqui, de PNV y Juantxo López de Uralde, de EQUO. Sergio de Otto, de la Fundación Renovables, actuó como moderador en el encuentro.
Manuel J. Silva, que además de pertenecer a CiU es miembro del Consejo de Estado, explicó que el órgano consultivo del gobierno hará saber el ejecutivo que el Consejo de Estado no puede asumir la inestabilidad regulatoria creada con la actual técnica normativa en materia energética. Tirón de orejas en toda regla, al menos es lo que se espera. Silva recordó la actuación contraria de CiU a los últimos reales decretos aprobados por el gobierno y la oposición que mostró a ellos en el Congreso, el Senado y ante el Tribunal Supremo.
Falta democracia
Juantxo López de Uralde, de EQUO, quiso ser claro en su denuncia “existe un déficit democrático en la forma en la que se toman las decisiones de política energética en España”. Y claro en la respuesta “hay que recuperar la confianza de la sociedad en las energías renovables. Existe una auténtica demanda ciudadana sobre el poder elegir qué tipo de energía consumir”. En su opinión facilitar esa posibilidad de elección es “más una cuestión política que técnica”.
El representante del Partido Nacionalista Vasco, José Ramón Beloqui abundó en la idea de adoptar un nuevo modelo energético, señaló la importancia de un marco energético común para los países miembros de la Unión Europea y reconoció que en el avance hacia una economía descarbonizada “las ayudas a las energías renovables van a seguir siendo necesarias, aunque hay que conciliar su coste y su potencial”.
Un sector con futuro
Desde la Fundación Ideas y como representante del PSOE, Gustavo Nombela, se manifestó favorable a ir sustituyendo la energía nuclear por energías renovables bajo cuatro claves “la diversificación de las fuentes de energía, la descentralización mediante el uso de la energía solar, el fomento de la eficiencia energética y la integración de los sistemas eléctricos europeos para el uso complementario de la energía”. Nombela señaló como un elemento clave para las energías renovables “el objetivo de la generación distribuida” y que “el futuro estará en las pequeñas instalaciones y en la edificación, ya que vamos a la paridad de red y, por tanto, el solar es un sector de futuro”.
Finalmente, el representante de UPyD, Alfonso Sopeña, señaló que su grupo político propone “la creación de una comisión parlamentaria para la elaboración de un plan energético de futuro, así como para diseñar las normas necesarias para su puesta en marcha”. Sopeña aseguró que es “absolutamente necesario un debate urgente, serio y riguroso de todos los agentes implicados que culmine en un Plan Energético Nacional”.