La asociación asegura en una nota de prensa que un buen estudio lumínico hecho por profesionales permitiría ahorrar en los colegios de España alrededor de un 75% de energía y unos 100 millones de euros anuales, con una amortización de 3 a 4 años.
Estas instalaciones deberían estar diseñadas, según Anfalum, de manera que proporcionen las condiciones necesarias de visión para garantizar una percepción óptima y sin molestias, durante una serie de horas seguidas y sin que se produzca fatiga. Y para que ello se consiga “es necesaria la labor de un profesional cualificado”, capaz de atender a variables como el tipo de utilización de la sala y la tarea visual a realizar, las necesidades de luz y del usuario, las dimensiones del espacio, los grados de reflexión de las paredes, el tipo de techo y suelo o la cantidad de la luz natural, entre otras.
El principal problema, sin embargo, es que para ejecutar las obras de instalación los centros escolares dependen de las ayudas y subvenciones previstas en el Plan de Eficiencia Energética aprobado por el Gobierno. Un plan “insuficiente”, ya que como explica el presidente de la patronal de fabricantes de iluminación Rafael Barón Crespo, “cualquier ayuda queda condicionada a que haya una inversión privada muy importante y la cantidad subvencionada no llega al 10% del total invertido”.
Implicación política
Barón ha pedido a los partidos políticos que se comprometan en sus programas electorales a “apostar por un alumbrado escolar que reúna las mejores condiciones luminotécnicas dentro de los parámetros de eficiencia energética, permitiendo a los centros un retorno de la inversión que amortice las instalaciones renovadas”.
Más información
www.anfalum.com