El proyecto contempla la puesta en funcionamiento de instalaciones de energía solar fotovoltaica para producir energía eléctrica en 160.000 viviendas militares de 124 bases militares. Una vez que se haya terminado el proyecto, que se prevé desarrollar en los próximos cinco años, se habrán sumado 371 MW a la potencia fotovoltaica estadounidense.
La primera de las instalaciones que se pondrá en funcionamiento corresponde a las 2.000 viviendas de la base de la fuerza aérea de Hickam, en Honolulu, Hawai. Las siguientes están en Texas, Nevada y California.
El secretario de estado de energía de Estados Unidos, Steve Chu, ha asegurado en un comunicado que “es el mayor proyecto de energía solar residencial de la historia de EEUU y que puede ser un modelo para otros proyectos a gran escala que ayuden a recuperar el liderazgo en la industria solar”.
El acuerdo con SolarCity supone un préstamo condicionado de 344 millones de dólares, unos 252 millones de euros, por parte de la agencia federal estadounidense. Hasta que las instalaciones no se hayan realizado no lo desembolsará. El resto de la financiación hasta los 1.000 millones de dólares presupuestados procederá de inversores privados y aportaciones estatales.
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