Los árboles de crecimiento rápido, como el pino y el eucalipto que utiliza la industria papelera son precisamente por esa característica –el rápido crecimiento–, los que más CO2 absorben, según Aspapel, la patronal del sector: "el eucalipto, por ejemplo, fija anualmente el doble de carbono que el castaño, y cinco veces más que la encina". Además –añade Aspapel–, "estas plantaciones productivas se rejuvenecen periódicamente con las talas de aprovechamiento y la consiguiente regeneración y replantación, y son los árboles jóvenes, los que están en periodo de crecimiento, los que más CO2 absorben".
Esos son algunos de los datos que ha difundido hoy la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón con motivo de la inminente celebración (pasado mañana) del Día Mundial del Medio Ambiente. Según Aspapel, los cultivos de madera para papel son "grandes sumideros de CO2 que ayudan a frenar el cambio climático, porque, además, el carbono almacenado en las plantaciones no se libera con la corta del árbol, sino que permanece en los productos papeleros y el plazo de almacenamiento se va alargando al reciclar esos productos papeleros una y otra vez".
Casi diez mil empleos indirectos
Según los datos facilitados por Aspapel, en España, para fabricar papel, se plantan y cultivan pinos y eucaliptos en 359.000 hectáreas, "que están constantemente replantándose y regenerándose, y suponen 3.275 empleos directos y 9.655 empleos indirectos en zonas rurales". En 2010 se utilizaron en nuestro país para hacer papel 5.802.500 metros cúbicos de madera de eucalipto y pino, un 7,8% más que en el año anterior, "en línea con la recuperación de la producción papelera", según la patronal española.
Sin embargo, y según Aspapel, "casi la tercera parte de esa madera (un 31,7%) ha sido importada. Así, "mientras el consumo de madera nacional crecía solo un 3,2%, el consumo de madera importada se incrementó el 19,2%". Por ello, Aspapel propone que, "en un país como España, donde existen grandes extensiones baldías de antiguos terrenos agrícolas y ganaderos ahora abandonados", se estime el cultivo de estas especies productivas, pino y eucalipto, como "una buena alternativa para el desarrollo rural, a través de la creación de empleo tanto directo como indirecto".
En el comunicado que ha difundido hoy, Aspapel asegura que el incremento del 3,2% en el consumo de madera nacional para la fabricación de papel ha supuesto un incremento equivalente en el empleo forestal vinculado a esta actividad, y la creación de empleo podría haber sido mucho mayor con una política forestal que permitiera una mayor movilización de madera nacional y un mejor aprovechamiento de nuestro potencial. La asociación lamenta además que haya que acudir a la importación, "lo que supone un sobrecoste económico con la consiguiente pérdida de competitividad del sector, además del coste ambiental debido al transporte".
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