La expedición ecologista, en la que se han integrado el actor Jon Kortajarena, fue sorprendida por el ciclón Donna, de potencia cuatro sobre una escala de cinco. El tifón azotó el archipiélago de Vanuatu, a pesar de estar fuera de la temporada habitual de ciclones tropicales. Según los expertos, este tipo de fenómenos meteorológicos extremos se producen cada vez con más frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático. Aparte de esa cada vez mayor frecuencia de los fenómenos extremos, en Vanuatu el nivel del mar -explican los ecologistas- ha subido más que el doble de la media mundial. En ese marco, Greenpeace y Jon Kortajarena, en calidad de embajador del clima, han visitado "una de las numerosas comunidades que han tenido que desplazar sus viviendas por esa subida del nivel del mar". En 2015 y 2016, Naciones Unidas ha clasificado a Vanuatu como "el país con mayor riesgo del mundo frente a los desastres naturales".
Según los estudios del Servicio Meteorológico de Vanuatu y la sección científica de la Iniciativa Internacional de Cambio Climático de Australia (ICCAI), desde 1993, el nivel del mar en Vanuatu ha aumentado el doble que la media mundial: un promedio de 6 milímetros al año (11 centímetros en total). El promedio mundial se sitúa entre 2,8 y 3,6 milímetros por año. La portavoz de Greenpeace durante el viaje, Pilar Marcos, lo ha explicado de manera muy gráfica: "si sube un centímetro el nivel del mar, se pierde un metro de playa".
En una de las localidades que visitó Greenpeace, Takara Village, las casas han tenido que desplazarse tierra adentro para amortiguar los efectos de la subida del nivel del mar. Dada la vulnerabilidad de Vanuatu y la gravedad de los impactos -explican desde Greenpeace-, el riesgo de crisis humanitaria es cada vez mayor y actualmente la subida del nivel del mar amenaza a 100.000 personas y las virulentas tormentas tropicales a 30.000. Esto quiere decir que la mitad de la población de Vanuatu está expuesta, cada año, a desastres.
Horizonte 2020: faltan 30 meses
Según la portavoz de Greenpeace durante el viaje, "no se trata de ser alarmistas, pero los científicos anuncian que se nos acaba el tiempo: si no se toman las medidas adecuadas antes del año 2020, será cada vez más difícil evitar que la temperatura del planeta suba por encima de los 1,5º Celsius, límite a partir del cual -apunta Pilar Marcos- es muy probable que tengan lugar los peores fenómenos causados por el cambio climático".
La activista de Greenpeace recuerda en ese sentido que una de las medidas clave para evitar la emisión de CO2 -gas desencadenante del calentamiento global- es desplegar las energías renovables. Marcos critica por ello el impuesto al Sol que ha establecido el Gobierno Rajoy para gravar la energía solar y explica que la apuesta del Gobierno de Vanuatu se halla en las antípodas de la política energética Rajoy: el archipiélago pretende llegar al 100% renovable en 2030, entre otras cosas urgido por una naturaleza cuyos desmanes (fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes por culpa del cambio climático) están siendo propiciados por otros países, las naciones más desarrolladas, que son las principales emisoras de gases de efecto invernadero.
“Los Gobiernos -ha dicho Marcos- deben continuar su trabajo, ya que las políticas de apoyo a las energías sucias, como la del Gobierno de Rajoy, tienen efectos no solo en España sino en rincones remotos como Vanuatu”. En el comunicado que ha difundido hoy, Greenpeace recuerda por otra parte que "los Estados no son los únicos responsables, sino que otros actores como las grandes corporaciones también tienen la obligación de respetar los derechos humanos y ser corresponsables de los impactos sobre el clima de sus actividades".
Greenpeace ha lanzado una campaña para pedir al Gobierno de España que frene el cambio climático con un cambio de modelo energético basado en la energía renovable.