Amigos de la Tierra "celebra el éxito de las negociaciones a nivel diplomático", pero alerta sobre las carencias del Acuerdo de París. La asociación ecologista ya fue, al acabar la Cumbre del Clima que se celebró en diciembre en la capital de Francia, una de las más críticas con el texto aprobado: advirtió entonces entre otras cosas del carácter no vinculante del Acuerdo y, así mismo, de la ausencia en su articulado de los derechos sociales. Pues bien, ahora, que acaba de entrar en vigor el Acuerdo de París, la oenegé ha difundido un comunicado en el que recuerda que "la ciencia indica que a pesar de los planes presentados a Naciones Unidas [planes nacionales], la suma de los objetivos actuales [recogidos en todos esos planes] nos dirige hacia un calentamiento de 3,5 grados centígrados de ahora a final de siglo, mientras [simultáneamente] el texto del Acuerdo de París reconoce la necesidad de permanecer muy por debajo de los 2 grados y tratar de mantener la temperatura global por debajo del 1.5". En este sentido -concluye la organización ecologista-, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, IPCC, o la Agencia Internacional de la Energía, AIE, sugirieron la necesidad de reducir en un 80% las emisiones para 2050, una cifra totalmente desconectada con los planes presentados.
ONU
Según la nota que ha distribuido Amigos de la Tierra, la rama de Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también dio a entender hace dos días en su informe anual sobre la disparidad en las emisiones que "el mundo debe incrementar de manera drástica y urgente sus objetivos para reducir aproximadamente otra cuarta parte las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero previstas para 2030 y tener alguna posibilidad de minimizar el peligroso cambio climático". La organización ecologista considera que los impactos asociados a porcentajes inferiores de reducción son "desoladores: más pobreza, más sequía y un aumento del nivel medio del mar, con consecuencias nefastas".
Parte del problema y no de la solución
Respecto al compromiso europeo, presentado en bloque a Naciones Unidas, Alejandro González, portavoz de Amigos de la Tierra, ha comentado que “las contribuciones europeas son inadecuadas y forman parte del problema, no de la solución”. Así, considera que, “antes de 2018, que es cuando Naciones Unidas ha de revisar los compromisos adquiridos, la Unión Europea debe mejorar la consistencia de sus políticas energéticas y climáticas, y esto pasa por reducir sus emisiones al menos a un 55% para 2030” (el objetivo actual es 40%). El coordinador de la asociación ha querido remarcar que “en la Cumbre de Marruecos de este año existe una oportunidad real para mejorar los objetivos actuales. Se debería aprovechar la ocasión para incluir compromisos más sólidos de reducción de emisiones, de apoyo a las energías renovables y el compromiso ineludible por parte de los países industrializados de asumir su responsabilidad frente al cambio climático”.