La Junta de Andalucía ha actualizado sus datos vinculados a la generación y consumo de energía con biocombustibles con respecto a los ofrecidos en 2015. Poco (y casi siempre a peor) cambia en los apartaodos eléctrico y de biocarburantes, y solo la biomasa térmica, en especial asociada a estufas y calderas domésticas y a fábricas de pélets, mejora los números. Las órdenes de incentivo de la energía y el Programa de Impulso a la Construcción Sostenible aprobados por el Gobierno andaluz en 2009 y 2014, respectivamente, han ayudado a consolidar esta situación de privilegio.
De las 22.949 actuaciones subvencionadas y 61 millones de euros aportados por la Junta de Andalucía a la biomasa, las órdenes de incentivos suman 20.039 y 46 millones. Según la Agencia Andaluza de la Energía, 19.979 actuaciones han sido para biomasa térmica, seguida de la logística y tratamiento de biomasa, con 50 proyectos. También precisan que estos incentivos han conllevado la inversión de 118 millones de euros.
Seis nuevas fábricas de pélets en 2015
Las subvenciones se han destinado también a proyectos para mejorar la logística de la biomasa en el campo, plantas de tratamiento, gestión de aceites usados, distribución de biocombustibles y específicamente biocarburantes, plantas de pélets, centros de astillado, instalaciones de biogás y secaderos de hueso. De las catorce fábricas de pélets existentes, seis se pusieron en marcha en 2015, y anuncian que hay tres más en construcción y una en promoción.
El dominio de la generación de energía térmica con biomasa es también abrumador a partir de la entrada en vigor, en abril de 2014, del Programa de Impulso a la Construcción Sostenible. “Se han apoyado 2.910 actuaciones de biomasa térmica (estufas, chimeneas de leña y calderas) con un incentivo de más de 15 millones de euros, que ha conllevado una inversión asociada de 23 millones de euros”, señalan desde la agencia andaluza.
El sector residencial pasa al industrial en consumo
La agencia enfatiza que en los últimos diez años se ha producido un crecimiento espectacular de instalaciones en los sectores residencial y de servicios, promovido en gran medida por la orden y el programa mencionados, ambos gestionados por esta entidad. Destacan que en 2015, por primera vez, el consumo de biomasa en el sector residencial (47%) ha sido más elevado que en el industrial (38%), seguidos del sector servicios (11%) y el primario (4%).
Ya en 2013, con la anterior orden de incentivos, enmarcada en el Programa de Subvenciones para el Desarrollo Energético de Andalucía (Andalucía A+), se dieron a conocer cifras del avance de las instalaciones domésticas. En concreto, el 96% de las 19.600 calderas, estufas y chimeneas subvencionadas entre 2009 y 2013 fueron a parar a este sector.
“La biomasa en la comunidad produce el 79% de toda la energía térmica de origen renovable consumida y el 12% de la electricidad procedente de fuentes renovables”, precisan también en la nota de prensa, donde queda patente el estancamiento en electricidad y biocarburantes. Con respecto a los datos del año pasado se mantienen las dieciocho plantas de biomasa eléctrica con 257,48 MW y las once operativas de biocarburantes, aunque aquí se incluyen algunas actualmente en venta, como las de Entaban y Abengoa.